La reina Isabel II de Inglaterra dio positivo por COVID-19 y presentaba síntomas leves similares a los de un resfriado, según informó este domingo el Palacio de Buckingham.
La monarca británica, de 95 años, continuará con tareas ligeras en el Palacio de Windsor durante la próxima semana.
“Seguirá recibiendo atención médica y seguirá todas las recomendaciones apropiadas”, indicó el palacio en un comunicado.
Las personas infectadas de COVID-19 están obligadas a aislarse durante al menos cinco días, aunque el gobierno británico ha dicho que tiene previsto eliminar ese requisito para Inglaterra la próxima semana.
La reina ha recibido tres dosis de vacuna contra el coronavirus.
El hijo mayor de la reina, el príncipe Carlos, y la esposa de éste, Camilla, duquesa de Cornualles, han contraído recientemente COVID-19. Carlos ha retomado ya sus labores.
La reina, la monarca que más tiempo ha gobernado en Gran Bretaña, cumplió el 6 de febrero el hito de 70 años en el trono, aniversario de la muerte en 1952 de su padre, el rey Jorge VI.
Hace poco retomó sus labores públicas tras varios meses de baja, después de que sus médicos le dijeran que se tomara un descanso tras pasar una noche en el hospital para hacerse pruebas en octubre. Se vio obligada a cancelar apariciones en varios actos clave, como los servicios del Domingo de Recuerdo y la cumbre climática COP26 en Glasgow, Escocia.
En la última semana ha celebrado audiencias en persona y de forma telemática.
La reina tenía previstos varios actos públicos en las próximas semanas, como audiencias con políticos y diplomáticos, una recepción con diplomáticos en Windsor el 2 de marzo y el Servicio de la Mancomunidad en la Abadía de Westminster el 14 de marzo.
Las celebraciones públicas del Jubileo de Platino estaban previstas para junio. Los actos incluían un desfile militar, un día de carreras de caballos y fiestas vecinales durante el fin de semana largo del 2 al 5 de junio.