Es una de las escritoras de habla hispana mas leída en el mundo en la actualidad. Sus lectores se cuentan por millones, sobre todo en el segmento juvenil, su novela A Través de Mi Ventana, Netflix la convirtió en película y está entre las diez más vistas en 90 países. Tiene 32 años es egresada de la Universidad del Zulia y desde hace siete años vive en Estados Unidos como parte del contrato que firmó con Editorial Planeta.
El estreno de su película generó expectativas en centenares de miles de jóvenes de todo el planeta pero ella estaba centrada en el entusiasmo que reinaba en su pueblito natal, Campo Lara, donde sus mil habitantes estaban junto a su mamá esperando el estreno fílmico de su novela.”En mi pueblo hay un silencio de espera que me hace llorar”, escribió en su cuenta tuiter.
Su éxito como escritora fue profetizado una madrugada de lágrimas en El Paso de Baragua cuando Eugenio y Lucrecia despidieron a su hijo Zenón y su esposa Carmen que salieron de viaje sin regreso hacia un destino ignoto detrás de las montañas. Eran las tres de la madrugada y el gallo hizo coro con un ajetreo en el corral de chivos y el mugir de unas vacas acomodadas también para la travesía. Para despedir a Zenón Lucrecia, Quecha, hizo llamar a todos su hermanos para perpetuar en la memoria una frase con la cual predijo el éxito que hoy aureola a su bisnieta:”No pasarán cien años cuando esta partida sea luz que nos alumbre a todos”. Allí estaban todos Jovita, María, Jesús “Chusma”, Juana, Juan Gregorio y Balbino .Junto a los tíos maternos despidiendo a Zenón también estaban sus hermanos, Germán, Ruperta, Francisca y Eustaquia .Bueno Germán le dijo adiós en Altagracia porque le pidió prestada la mula a Panchito Ramírez para cruzar el cerro La Bomba como equipo de arreo de las diez vacas y los 30 chivos que dispuso la familia fuera el capital de Zenón y Carmen para instalarse en la tierra aun sin nombre.
Fueron cuatro días de viaje hasta llegar a Raya, mas allá de Carora, mas allá de El Venado, casi en los limites con el estado Trujillo, allí Zenón construyo su vivienda y con trabajo de catorce horas diarias levantó una familia de ocho hijos, entre los cuales destacaba por alegre, ocurrente y solidaria la madre de Ariana, quien como maestra le dio alas a su imaginación y la protegió de las siluetas amenazantes que paseaban por las calles solitarias en las noches de Campo Lara.
La casa de Che López en Barquisimeto era el refugio citadino de todos los paseños. El Maestro que forjó varias generaciones de niños con su luz de sabiduría y bondad casó con su tía Ruperta y la madre de Ariana hizo de esa morada su segunda casa y no había vacaciones que no pasara en ese palacio de alegrías juveniles donde se respiraba entre paredes estrechas el aire de los caniculares y entrañables paisajes de El Paso.
Un día llegó con el torrente festivo de su vida concentrado en la redondez de su vientre y su risa fresca con el agregado de la ternura, conectada con una mirada de párpados en silenciosa plegaria de futuro. Su concentración en el dominó la hizo imbatible al punto que ya fastidiaba jugar con ella y así aumentó la conversación sobre episodios del terruño ancestral donde personajes de García Márquez reproducían lugares, aventuras y fauna con los ojos de Miguel Ángel Asturias.
Esas incursiones vespertinas en las profundidades del entorno fabuloso de El Paso los hacía ensimismada y con una mano sobre el vientre como diciendo, Ariana, escucha, escucha siente y entiende que eres parte de una leyenda donde los hombres y la tierra son una orquesta que canta la grandeza de la vida desde la humildad e inocencia de lo sencillo y cotidiano.
Cuando cumplió tres años y en recuerdo de la fantasía que la cobijó en las tardes de aquellos relatos le compró unos libros de cuentos ilustrados y narrados en un casete, historias de hadas y animales encantados como lo son en ese Paso de Baragua de su tía Ruperta y su prima Carmen Ramona, reinas de bastos a quienes la vida convirtió en nido laborioso desde donde volaron a toda América bandadas de ilusiones.
Ariana chiquitica y curiosa veía ilustraciones y escuchaba la voz de cadencias paternales que la protegía de la soledad, sobre todo en los días cuando su padre estaba de viaje en su camión gigante y errabundo. Ariana antes de escribir ya tenía dentro de sí mundos interiores poblados de seres fascinantes cual amigos invisibles la subían a una torre muy alta desde donde podía mirar héroes y monstruos sin el temor la hicieran objeto de sus batallas milenarias.
Nada mas con sus primeras letras inició la escritura de un diario personal que saturado de rutina fue alimentándose de fabulosos protagonistas que por el camino de la inteligencia se convirtieron luego en personajes de sus novelas. Sus éxitos en Wattpad fueron rápidos y premiados, era su vida intensa y divertida detrás de la figura de buena estudiante y posteriormente excelente profesora. Un día le dice a su mamá: Voy a Valencia porque me están ofreciendo un contrato muy bueno fuera del país. ¿Cómo? Que te vas a Valencia a verte con alguien que no conoces, ni de varilla, me voy contigo a ver de qué se trata.
Reunidas en el hotel no podían creer la oferta. Un contrato con Editorial Planeta que incluía residencia en Carolina del Norte, vehículo y trabajo como profesora de idiomas. Luego todo fue como un alud de triunfos y reconocimientos. Una chama que desde una computadora y una vida sencilla de provincia venezolana puso a leer a millones de jóvenes, ubicándose como la escritora latinoamericana más leída del mundo en la actualidad. Luego vino Netflix y su fama se expandió al espectáculo y el glamur de las celebridades. Ariana Godoy uno de los mejores relatos de ficción que podría haber escrito Jorge Luis Borges. Dios la bendiga.
Jorge Euclides Ramírez