En la década de 1920 el dictador Juan Vicente Gómez Gómez ordenó la construcción de aeródromos y pistas de aterrizaje en todo el país, a fin de que los aviones de la recién creada Fuerza Aérea llegaran a todos los rincones de la geografía nacional de manera expedita.
El 3 de mayo de 1928 se produjo la primera visita de aviones militares a Barquisimeto, tal y como lo reseñó El Impulso en su edición del 3 de mayo de aquel año y de esta manera se iniciaron las maniobras aéreas en la capital larense.
Es en este contexto que se desarrolla la trágica historia del teniente Vicente Landaeta Gil, piloto pionero de la Escuela de Aviación Militar de Venezuela, quien participó de aquellas primeras incursiones aéreas a lo largo del territorio nacional.
En una de aquellas tantas visitas, Landaeta vino a Barquisimeto en febrero de 1931. Probaba el piloto un nuevo avión modelo Farman 190, adquirido por el Gobierno. Al parecer, Vicente Landaeta Gil perdió el control de la aeronave si hacer maniobras durante la nublada mañana del 4 de febrero de 1931 y el mal tiempo reinante contribuyó a que el aparato se precipitara a tierra, con el trágico saldo del fallecimiento del teniente Vicente Landaeta Gil, noticia que por supuesto fue reseñada por El Impulso el 5 de febrero de 1931.
Hoy la base aérea de Barquisimeto lleva su nombre en homenaje a aquel temerario piloto, primero en perder la vida en un accidente aéreo en Venezuela.