Alexis Irigoyen, presidente del Colegio de Bioanalistas de Anzoátegui, aseguró que 85% de los laboratorios ubicados en el estado se encuentran cerrados debido a la crisis que vive el sector salud.
“La falta de insumos, materiales, equipos, además de la carencia de personal, han provocado que la gente cada vez tenga menos opciones a su disposición. Esto, a su vez, incide en el precio de las evaluaciones en los pocos lugares que quedan trabajando”, expresó.
Irigoyen señaló que es poca la ayuda que las personas pueden obtener en los centros asistenciales públicos, pues, por ejemplo, en el hospital Luis Razetti sólo practican determinadas pruebas.
Aunado a eso, tiempo atrás tenían turno mañana, tarde y noche, mientras que ahora solo queda la guardia matutina.
“Está tan golpeado el gremio que de 845 trabajadores afiliados al colegio, más de 20% se ha desincorporado, mientras que otros se han ido del país o simplemente dejan de ejercer porque los salarios son insuficientes”, señaló.
Dijo también que son muy pocos los hospitales o ambulatorios que hacen la prueba del COVID-19 de manera gratuita, ante lo cual la ciudadanía se ve obligada a pagar hasta 40 dólares por un examen.
“Definitivamente estamos en crisis y hay que hacer algo para que no sigamos empeorando”.
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