La cifra de víctimas mortales luego de los devastadores deslaves e inundaciones que barrieron una región montañosa del estado de Río de Janeiro subió a 34 personas, dijeron las autoridades locales el miércoles en un comunicado.
Tras el diluvio que azotó la ciudad de Petrópolis el martes, se teme que el número de fallecidos pueda aumentar a medida que los rescatistas avanzan entre los escombros.
Rosilene Virgilio, de 49 años, lloraba el miércoles al recordar las súplicas de auxilio de una mujer a la que no pudo salvar.
“Ayer había una mujer gritando ‘¡Ayuda! ¡Sáquenme de aquí!’ Pero no pudimos hacer nada, el agua salía a presión, el lodo salía a presión», contó a The Associated Press. “Por desgracia, nuestra ciudad está acabada».
El Departamento de Bomberos estatal dijo el martes en la noche que más de 180 bomberos trabajaban en la región afectada, donde las lluvias torrenciales habían ocasionado ya cientos de muertos en 2011. En la zona cayeron 25,8 centímetros (algo más de 10 pulgadas) de lluvia en tres horas el martes, casi tanto como en los 30 últimos días juntos, agregó.
Las imágenes publicadas en redes sociales mostraban autos y viviendas arrastrados por los deslaves y una fuerte corriente de agua en Petrópolis y en distritos próximos.
“Los vecinos bajaron corriendo y yo les di cobijo», dijo a The Associated Press Emerson Torre, de 39 años y propietario de un bar.
Pero con el torrente de agua, el techo se vino abajo. Logró sacar a su madre y a otras tres personas del bar a tiempo, aunque un vecino y la hija de éste no pudieron huir.
“Fue como una avalancha, cayó todo de golpe. Nunca había visto nada igual», afirmó Torre mientras los helicópteros de rescate sobrevolaban el lugar. “Todos los vecinos han pedido a un ser querido, han perdido a dos, a tres, a cuatro miembros de la familia, niños».
El gobernador, Claudio Castro, dijo en Twitter que ordenó emplear toda la maquinaria pesada de los distintos departamentos estatales para desenterrar la zona sepultada.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien se encuentra en una gira de trabajo por Rusia, señaló en Twitter que giró instrucciones a sus ministros para brindar ayuda inmediata a los afectados.
“Que Dios brinde consuelo a los familiares de las víctimas”, tuiteó.
El sureste de Brasil se ha visto azotado por las intensas lluvias desde comienzos de año, con más de 40 muertes en incidentes registrados en la región de Minas Gerais a principios de enero y en Sao Paulo más tarde ese mes.