#Especial #EntrevistaDominical Criminólogo Luis Izquiel: Hay lazos que impiden actuar contra el crimen organizado #13Feb

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Nuevamente ha surgido el problema insoluble de la expansión que han alcanzado las megabandas, tras la muerte de Carlos Luis Revete, conocido como “El Koki”, de 38 años, señalado como el cabecilla de la mayor organización delictiva de Caracas, en un enfrentamiento de tres días en Tejerías, estado Aragua, que concluyó el martes 8 de este mes.

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Lo más sorprendente es que no se pensaba que “El Koki” se encontraba en el país y, por lo tanto extrañó, que hubiese sido encontrado en una zona montañosa por una comisión policial, que después se supo formaba parte de la denominada Operación Guaicaipuro II.

El Koki”, de quien se dice que dirigía una banda de 180 antisociales que controlaba una población de más de 700 mil personas en el oeste de la capital venezolana, se había convertido en un personaje mediático después de burlar a 3.000 miembros de los cuerpos de seguridad que fueron a capturarlo en su patio, a mediados del año pasado.

El propio Nicolás Maduro, acusó al presidente de Colombia de haberle dado refugio en ese país; pero, como ha quedado demostrado, el individuo estaba a 70 kilómetros de Caracas, lo que evidencia que los organismos de inteligencia carecen de pericia y entregan malos reportes a quien debiera ser el funcionario mejor informado en Venezuela.Ya el común de la gente había olvidado que, en un principio, fueron ofrecidos por su captura 20 mil dólares, pero luego, al darse cuenta el gobierno que el tipo había alcanzado gran notoriedad, aumentó la cifra a la bicoca de 500 mil dólares.

Otro dato que llama la atención es que nunca “El Koki” fue buscado por haber asesinado en el 2013 a Greiber Danilo Anderson Lucas, cuando aquel pertenecía a la banda Los Chiches y su atroz arrojo lo llevó, posteriormente, a dirigir esa organización hamponil y después a convertirse en cabecilla de la más grande agupación hamponil de Caracas. Con su muerte no se sabrá cuántos homicidios cometió en su carrera delictiva. Nunca llegó a caer preso.

Pero, como Carlos Luis Revete hay muchísimos cabecillas de megabandas (denominadas así porque están formada por más de 40 antisociales) que no sólo por su peligrosidad se han convertido en sujetos con gran poder en las comunidades, sino que las propias autoridades, al parecer, les temen.

Las megabandas

Según indican organizaciones que han estudiado el fenómeno, como el Observatorio Venezolano de la Violencia, surgieron en la Penitenciaría General de Venezuela, en el estado Guárico.

En 2011 la violencia ocasionada por la ola delictiva fue la más alta de la historia criminal del país al registrarse 19.336 muertes o en otras palabras, 48 decesos violentos por cada 100 mil habitantes, lo que llevó a Hugo Chávez, el 21 de junio de 2012, a hacer el anuncio de la misión A toda vida, al reconocer el problema de la delincuencia como grave e inobjetable, pero no como una responsabilidad del gobierno sino propiciada por enemigos externos. Ya para entonces, criticaron sus adversarios, que había puesto en práctica 18 planes de seguridad, sin lograr resultados.

Esta semana, el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Remigio Ceballos, como lo había hecho Chávez en aquel momento, ha acusado a Colombia y Estados Unidos de ser responsables de la existencia de las megabandas, e incluso de proporcionarles armas, para desestabilizar el país.

Inteligencia

El doctor Luis Izquiel, profesor de criminología de la Universidad Central de Venezuela y autor del libro “Revolución de la muerte: 20 años de crimen, violencia e impunidad en Venezuela,” al ser entrevistado por Elimpulso.com, en relación a la espectacularidad de los operativos policiales y militares contra la delincuencia, en los cuales generalmente los cabecillas de los delincuentes escapan.

Yo creo que muchas veces falta inteligencia en estas operaciones. Pero, también hay que tomar en cuenta que estas megabandas criminales tienen una gran cantidad de integrantes al punto de que algunos de ellos actúan como “gariteros,” como se les conoce a los que cumplen funciones de vigilancia en las entradas y salidas de los barrios que dominan. Son los que avisan a los cabecillas de sus organizaciones cuando advierten la presencia de algún movimiento policial. Y hacen que ganen tiempo para que puedan ponerse a salvo rápidamente.

Al mismo tiempo, los primeros que enfrentan a los cuerpos de seguridad, generalmente, son los miembros de menor rango y, casi siempre también son los primeros que caen muertos cuando hay operativos importantes contra alguna megabanda, y mientras ocurren los tiroteos, los jefes pueden salir huyendo del lugar.

Pero, ciertamente, si hubiera trabajo de inteligencia, la huida de esos cabecillas sería difícil y se lograría su captura. Militares, desde el comienzo del gobierno de Chávez y hasta ahora en el segundo período de Maduro, no han funcionado los planes de seguridad y cada vez hay más megabandas.

¿Por qué han fracasado?

Quizás porque han sido improvisados. No han sido sustentados por profesionales civiles, que conozcan la materia. Aquí ha habido un manejo de la seguridad ciudadana, durante mucho tiempo, por la parte militar. Los militares están formados para la guerra, para el combate y el debilitamiento y destrucción del enemigo. Y las indicaciones para la seguridad ciudadana, no nacional sino internacionalmente, están contraindicadas que lo hagan los militares, porque éstos tienen, precisamente, una formación distinta a esa actividad, que es meramente policial y de inteligencia.

Revolución

Cuando comenzó este régimen, el alcalde de Caracas, Alfredo Peña, trajo un experto de los Estados Unidos para, precisamente, enfrentar la delincuencia en la capital del país y, desde luego, que de ahí en adelante se pudiera garantizar la seguridad en el resto de Venezuela.

¿Recuerda esa experiencia?

Si. Trajo a William Branson, que había sido jefe de la policía de Nueva York. Pero, desde entonces, la situación se ha agravado. Las megabandas ya no sólo operan en Venezuela, sino que también están actuando en el exterior.

¿Es tan incapaz el gobierno que no puede conseguir una estrategia para reducir la delincuencia?

Hay cosas que atentan contra el éxito de un plan de seguridad. La principal de ellas es el objetivo del régimen de que esta es una revolución armada. Y se ha repetido continuamente que tiene que ser así. En este sentido se insiste en que pescadores, campesinos y habitantes de los sectores populares de las ciudades tienen que aprender a disparar un fusil o una ametralladora para defender la revolución. Esa posición oficial es contradictoria, por ejemplo, con los planes de desarme. Ahí hay una cosa que va para un lado y la otra para otro. Ese tipo de actitud impide que se avance en materia de seguridad.

Corrupción

Por otra parte, prosigue el doctor Izquiel, este es un régimen penetrado por la corrupción y ésta ha hecho que funcionarios de distintos niveles, desde un policía raso hasta un comisario jefe de cualquier cuerpo policial o alguien con un cargo superior, tengan lazos con organizaciones criminales. Y esa vinculación impide que se actúe contra el crimen organizado.ImpunidadAquí se ha actuado ahora contra “El Koki”, señala y de inmediato pregunta: ¿Después de cuánto tiempo de impunidad total que tenía en ese feudo de la Cota 905? Otra pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Es la de Koki la única megabanda peligrosa que existe en el país? Entonces, ¿Por qué se actúa contra una en determinado momento y no contra otra?Esas interrogantes están en el ambiente y las mismas nos indican que no hay interés en avanzar en materia de seguridad.

Armas

Se ha llegado a decir que en Venezuela hay más de 14 millones de armas en manos de la población civil, pero es de suponer que sea mucho mayor. Chávez, quien decía que a los malandros no se les debía decir así sino buenladros, hizo un plan para ellos, a través del cual les ofrecía computadoras y otras cosas para que entregaran las ametralladoras, fusiles y pistolas. Desde ese entonces, ese comportamieniento con los delincuentes, ¿indica que han sido erradas las políticas del régimen? Decía anteriormente que en Venezuela no avanzan los programas de desarme, porque chocan contra el discurso oficial, de que aquí tiene que haber un pueblo armado para la defensa de la revolución. Ha sido inocultable la compra indiscriminada de armas. Y todo el discurso armamentista choca contra cualquier intento de desarme.

Irresponsabilidad

Por otra parte, expresa el doctor Izquiel, es ingenuo pensar que a un delincuente activo usted le va a cambiar su carrera criminal porque le entrega una computadora o le proporcione algunos beneficios o lo convenza para que se haga campesino, pescador o productor del campo. Eso es completamente ingenuo e irresponsable. Y aquí estamos viendo las consecuencias.

Legitimación

Pero, el gobierno fue mucho más allá en su acercamiento con los delincuentes. ¿No cree usted que la creación de las zonas de paz fue peor que ofrecerle computadoras? “El Koki”, “El Vampi”, “El Garbis”, “El Walexis”, el Niño Guerrero y otros cabecillas de organizaciones criminales son hijos de ese plan fracasado de las zonas de paz.

El viceministro José Vicente Rangel Ávalos se grabó un video para mostrar que él se reunia con individuos armados, quienes se reconocían asimimo como delincuentes y asesinos, para entregarles territorio liberados de cuerpos policiales, porque esos antisociales se iban a meter a productores del campo e iban a pacificarse. Eso no fue así. Lo que ocurrió es que aprovecharon ese tiempo sin policías en sus dominios para fortalecer el narcotráfico, llevar gente secuestrada, desvalijar vehículos y cometer toda clase de fechorías. Y la cosa más grave es que las comunidades vieron por televisión, videos o por cualquiera de las redes sociales cómo un viceministro se sentaba con el malandro que los azotaba.

Resultaba increíble que el gobierno les reconociera el liderazgo a los delincuentes, sentándose un alto funcionario del Ejecutivo Nacional a conversar de tu a tu con los antisociales más peligrosos, temibles y criminales. Ese fue un mensaje gravísimo, terrible e intolerable que se le envió a la gente, para decirle que aquí estaba el gobierno legitimado el malandro que tenía el dominio sobre determinada población.

Sometimiento

Ante todo esto que ha venido pasando, ¿qué expectativa puede haber para la gente que no cuenta con seguridad para vivir?

La muerte de “El Koki” cae como un alivio en la sociedad venezolana, porque murió el delincuente de mayor fama en los últimos años. Pero, su muerte no significa que va a resolverse el problema de las megabandas o que habrá una solución a la realidad que sufren miles de venezolanos que están sometidos por bandas delictivas.

Al respecto pongo ejemplos: Si se le pregunta a los habitantes del barrio San Vicente, de Maracay, si influye en su vida cotidiana que haya sido matado “El Koki”, responderán que no, porque el problema que ellos tienen es el Tren de Aragua, el cual controla la población.Si se le hace la misma interrogante a los residentes de Guasdualito o La Victoria, de Apure o de cualquier región fronteriza con Colombia, como La Grita, San Antonio o Ureña, en el Táchira, darán la misma respuesta, por cuanto son afectados por la banda de los Rastrojos, el ELN y los disidentes de las FARC. Así pasará con la gente de Catatumbo, en el Zulia, que están sometidos por los Meleán y otras bandas; o la de El Callao, Guasapati y Turemo, en Bolívar porque el problema de estos es el Sindicato de Mineros, el Tren de Guayana, la organización Tres R, el Sindicato de Perú o la banda del Toqui Zacarías o de otros malandros. En fin, dirán que se enteraron por televisión, a través de algún periódico o por las redes; pero, no sienten que se les está resolviendo el problema de la seguridad en su región.La muerte del Koki ha sido una noticia de importancia mediática, pero hay una fauna de organizaciones criminales en Venezuela que a diario siguen azotando a las poblaciones.

Megabandas

¿Se sabe cuántas megabandas existen hoy en Venezuela?

Se estima que puede haber entre 40 y 50 megabandas, como la de “El Koki”, diseminadas en todo el territorio nacional. Yo diría que el Zulia es el estado con mayor número de organizaciones, después vendrían Bolívar y Miranda.

¿Cuántas de ellas actúan fuera del territorio venezolano?

La más internacional de todas es el Tren de Aragua, cuya presencia se ha comprobado en Colombia, sobre todo en el borde fronterizo con Táchira; además de Ecuador, Perú, Chile y Brasil. Pero hay otras como la de Yeco Masacre y los Meleán, que han tenido presencia en Colombia. Otra que se llama La Línea también opera en la frontera entre Táchira y el norte de Santander de Colombia.

¿Cómo es posible que el Tren de Aragua tenga tanto dominio?

Aquí la megabanda que ha tenido mayor repercusión en la televisión, periódicos y redes es la de “El Koki”, la de la Cota 905, porque actuaba en la capital. La más internacional, la más grande y la más dañina es el Tren de Aragua. Su desmantelamiento sería más fácil porque su cabecilla está preso en la cárcel de Tocorón. No está en un barrio o en una zona selvática, ni en ninguna región inaccesible. Está dentro de un recinto que, supuestamente, controla el Estado. Si hubiese voluntad para acabar con esa megabanda, se comenzaría a actuar por la cabeza que la dirige. Y eso me lleva a volver a preguntar:

¿Por qué se actúa contra una megabanda y por qué se deja que otras actúen impunemente?

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