El Tribunal Supremo de Justicia, presidido por Maikel Moreno, ratificó la condena de entre 8 y 13 años de prisión contra los seis ejecutivos estadounidenses de la compañía petrolera Citgo, que han estado detenidos desde hace más de cuatro años por supuestos cargos de corrupción.
El TSJ anunció el fallo este viernes por la noche, lo que decepcionó a las familias de los sentenciados ya que meses atrás señalaron que escucharían la apelación y, recientemente, un alto funcionario del Departamento de Estado visitó la prisión donde se encuentran, significando esto que el régimen de Nicolás Maduro tuviese la intención de ponerlos en libertad como parte de un gesto para comprometer al gobierno del presidente Joe Biden a sostener un diálogo sobre las sanciones estadounidenses a Venezuela.
El TSJ no dio detalles sobre su decisión, y la orden misma no estaba disponible de momento.
Los hombres, que trabajaban para la compañía petrolera de Houston, fueron convocados a Caracas cerca del Día de Acción de Gracias en 2017 para que asistieran a una junta en la sede de la matriz de Citgo: PDVSA. Una vez allá, agentes de seguridad enmascarados y fuertemente armados irrumpieron en la sala de conferencias donde se encontraban los directivos y se los llevaron. Después fueron acusados de corrupción relacionada con un plan jamás ejecutado para refinanciar miles de millones de dólares en bonos.
Los ejecutivos comparecieron en noviembre ante un panel de apelaciones de tres jueces en la misma semana que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU examinó el caso de Tomeu Vadell, uno de los seis detenidos. Cinco de los hombres tienen nacionalidad venezolana y estadounidense, y habían vivido muchos años en Estados Unidos. El sexto, el expresidente de Citgo José Pereira, es residente permanente de ese país.
“Estamos muy tristes por la continua violación de los derechos humanos de Tomeu”, dijo la familia Vadell en un comunicado.
Los seis se encuentran recluidos en la cárcel Helicoide de Caracas. Washington ha exigido en repetidas ocasiones su excarcelación y ha criticado con severidad su detención y condena, las cuales —dice— carecieron de toda apariencia del debido proceso.
Considerados por muchos como peones políticos en las hostilidades entre Estados Unidos y Venezuela, a los detenidos se les ha concedido el arresto domiciliario en dos ocasiones.
Sin embargo, fueron regresados a prisión horas después de que el presidente Donald Trump diera la bienvenida a Juan Guaidó en la Casa Blanca en febrero de 2020.
En abril les volvieron a conceder arresto domiciliario, pero éste concluyó el 16 de octubre, el mismo día que el empresario colombiano Alex Saab, aliado cercano de Maduro, fue extraditado de la nación africana de Cabo Verde a Estados Unidos para enfrentar cargos de lavado de dinero.