Al anuncio hecho por Edgar Zambrano, vicepresidente nacional de Acción Democrática en la resistencia, del lanzamiento de la candidatura del secretario general, Henry Ramos Allup, el exsecretario general de ese partido en Lara, Filiberto Peña Canelón, la rechazó por considerarla extemporánea y, al mismo tiempo, planteó la necesidad de reformar los estatutos de la organización política.
En declaraciones a Elimpulso.com, el también exsecretario general de gobierno de Lara manifestó que en estos momentos no está planteada dentro de su partido ninguna actividad electoral.
La tarea que tenemos por delante es recuperar nuestros símbolos, nuestro himno y la tarjeta de Acción Democrática, expuso. Eso es lo que tenemos que hacer mediante una lucha jurídica frente al Tribunal Supremo de Justicia, que nos los ha arrebatado.
No es que Ramos Allup sea un mal candidato o que pretendamos oponernos a su postulación, pero este no es el momento de hacerlo, porque tenemos un trabajo por delante que debemos cumplir con la militancia del partido.
En este sentido dijo que, además de la recuperación de los signos, hay que fortalecer el partido porque, en las últimas elecciones, sufrió un gran descalabro con los candidatos que presentó y no tuvieron el apoyo.
Reconoció que fueron malos candidatos, sin respaldo partidista y sin mensaje atractivo para el electorado.
Aparte de eso, AD no debió ir a las elecciones porque no existían las condiciones para hacerlo, ya que por una parte, el Consejo Nacional Electoral no garantizaba transparencia alguna para un proceso de esa naturaleza y, por la otra, la actuación del TSJ contra la organización política estaba destinada al fracaso, porque se le había arrebatado la tarjeta y, en consecuencia, tenía que refugiarse en la de la Mesa de la Unidad Democrática.
Fili Peña comentó asimismo que los candidatos de la oposición en esas elecciones fueron impuestos a dedo y, por lo tanto, no surgieron de las bases de los partidos.
Ese es el motivo que obliga a que Acción Democrática se proponga en lo inmediato, además de luchar por la recuperación de sus signos, a himno y tarjeta, a trabajar en la reforma de sus estatutos, a fin de que la base de la organización tenga voz y voto para que todas las decisiones sean firmes y tengan la aceptación de la militancia y, por supuesto, de los simpatizantes y, en general, de la población.
Si AD abrió el camino de la democracia, expresó con énfasis, ahora mucho mayor es su responsabilidad, porque tiene que aglutinar voluntades para recuperar los derechos políticos que le corresponden a todos los venezolanos y buscar la ruta que nos conduzca a volver vivir en un ambiente democrático, donde impere el Estado de Derecho.