Indudablemente que Carlos Fernández, Presidente de Fedecamaras, es un gran líder ya que logró acrisolar en un solo empeño a todos los dirigentes cúpula del empresariado venezolano y ha iniciado una cruzada nacional para darle fuerza a las instituciones de base y así generar entusiasmo en los actores económicos del sector privado para que se lancen al reto de producir los bienes y servicios que el país necesita.
Esta iniciativa no merece otra cosa que aplausos y solidaridad plena de la sociedad en su conjunto. Pero he aquí la gran pregunta, se puede ir lejos, hacer planes de mediano y largo plazo bajo la sombra de un régimen que aplicó un modelo socialista que acabó con las empresas básicas del Estado, confiscó millones de hectáreas en producción, cerró industrias y comercios a su capricho y ha demostrado que no tiene escrúpulos en violar leyes a su antojo.
Es verdad que el régimen ,apremiado por una crisis infernal provocada por ellos mismos, abrió ventanas de libertad para algunas actividades económicas y ha ofrecido en reuniones privadas que no molestará a quienes decidan invertir y con ello iniciar un proceso de recuperación productiva, ahora bien, hasta cuándo puede mantener esa posición si sabemos que el oficialismo está condicionado a la mentalidad del monstruo populista que crearon con sus irresponsables políticas comunistas de regalar lo que no tiene a cambio de la sumisión absoluta de los beneficiarios, hasta cuándo podrá permitir que los empresarios trabajen y produzcan para luego ejecutar la rapiña expropiatoria que los ha caracterizado durante las dos últimas décadas.
Esa es la preocupación que tenemos en el Movimiento DECODE. Claro que apoyamos con todos los hierros al empresariado venezolano en su iniciativa nacionalista de generar riqueza y crear puestos de trabajo con una remuneración que permita la supervivencia, sería una locura, una iniquidad, un desatino no hacerlo, pero también pensamos que Fedecámaras no debe estar sola en este proceso, que necesita apoyo ciudadano para así evitar que el régimen ,con desparpajo y en cualquier momento ,les tuerza el pescuezo para ofrendar los frutos del esfuerzo empresarial ante el altar de su depredadora doctrina socialista.
Con base a esa angustia les solicitamos un Derecho de Palabra en una jornada donde los más altos directivos empresariales hicieron contacto directo con la dirigencia regional de Lara. Una reunión donde prevaleció el entusiasmo y se levantó una voluntad colectiva de empujar a Venezuela por caminos de prosperidad económica. Eso emociona y hace que pongamos en tribuna de admiración y respeto a los empresarios y por ello en DECODE queremos apoyarlos de manera clara y contundente, este apoyo no es otro que el exigir al gobierno en control que todos los entendimientos con el empresariado venezolano se hagan dentro de los términos y principios contenidos en nuestra Constitución. Un camino angosto pero esencial para todos quienes batallamos a diario para que la Democracia se imponga sobre el autoritarismo.
Para esta tarea nos comprometemos sin poner ninguna otra condición. Queremos ser una bisagra ciudadana entre el conjunto de empresarios nacionalistas que han asumido el reto de trabajar por el país, con ese pueblo desconsolado y hambriento que busca alivio a su drama humanitario.
Damos gracias a Adán Cellis, Felipe Capozzolo, Luigi Pisella, Tiziana Polesel y Leudo González por haber atendido nuestra solicitud y por su buena voluntad de mantenerse atentos a las gestiones que haremos para que en Venezuela exista una economía de mercado apegada a las leyes. Giorgio Reni será nuestro enlace permanente en esta comunicación que deseamos constante, consistente y productiva.
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez