El gobierno de Estados Unidos informó este lunes que ha comenzado a expulsar a los migrantes venezolanos a Colombia sin permitirles pedir asilo después de haber entrado en el país por la frontera sur, haciendo uso de una facultad relacionada con la pandemia.
La medida fue confirmada por funcionarios colombianos.
El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, por sus siglas en inglés) dijo que expulsará a los venezolanos a Colombia “de manera regular”, pero no detalló la frecuencia. La medida se limitará a los venezolanos que hayan residido previamente en Colombia, afirmó.
Los dos primeros venezolanos fueron expulsados el jueves después de entrar ilegalmente en Estados Unidos desde México, dijeron funcionarios estadounidenses y colombianos. La agencia de inmigración de Colombia dijo que llegaron en un vuelo comercial.
El DHS dijo que adoptó la medida después de discutirla con el gobierno colombiano.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia informó que en diciembre se celebró una reunión para discutir la posibilidad de recibir a los deportados venezolanos a los que ya se les hubiera concedido la residencia temporal en Colombia.
Señaló que no había una cifra específica sobre cuántos venezolanos serían enviados a Colombia, pero que ambas partes acordaron que la operación se llevaría a cabo “de manera coordinada” y “priorizando la seguridad y los protocolos de salud”.
La medida es una respuesta al creciente número de venezolanos que buscan refugio en Estados Unidos ante los problemas que atraviesa la nación sudamericana.
En diciembre, las autoridades estadounidenses encontraron a venezolanos cruzando la frontera mexicana de forma ilegal en casi 25.000 ocasiones, la segunda nacionalidad más alta después de los mexicanos. La cifra fue más del doble que la de sólo tres meses antes y muy superior a las cerca de 200 del año anterior.
Los cruces se concentraron en los sectores de Yuma, en Arizona, y Del Río, en Texas, de la Patrulla Fronteriza. Los venezolanos suelen llegar en avión a Mexicali, México, antes de cruzar por la cercana Yuma.
México comenzó a exigir visados a los venezolanos el 21 de enero, tras haber aplicado restricciones similares el año pasado a brasileños y ecuatorianos en respuesta al gran número de migrantes que se dirigían a la frontera con Estados Unidos.
Aún no está claro si las restricciones de viaje conducirán a un descenso en el número de venezolanos que llegan a la frontera estadounidense. El número de migrantes ecuatorianos se desplomó el año pasado con el nuevo requisito de visado, mientras que el flujo de brasileños ha continuado.
Desde marzo de 2020, Estados Unidos ha expulsado a los migrantes en la frontera con México sin posibilidad de solicitar asilo en virtud de lo que se conoce como autoridad del Título 42, llamada así por una ley pública de 1944 que se invocó para contener la propagación del coronavirus.
México ha accedido a aceptar a los migrantes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador que son expulsados por Estados Unidos, pero a los de otros países se les suele permitir permanecer en Estados Unidos para solicitar asilo porque el gobierno estadounidense carece de espacio de detención o de recursos para expulsarlos bajo el Título 42.
Olga Byrne, directora de asuntos migratorios del Comité Internacional de Rescate, criticó la medida.
“A pesar de los compromisos anunciados por la administración de Estados Unidos en los primeros 100 días, las políticas dañinas como el Título 42 siguen vigentes más de un año después de asumir el cargo”, señaló en un comunicado. “Las expulsiones por Título 42 privan a los solicitantes de asilo del debido proceso y, en cambio, los envían de regreso a condiciones peligrosas, similares, si no peores, a aquellas de las que escaparon. En ciertos casos, los envían a terceros países, como Colombia, que durante años han dado un paso adelante para recibir a los solicitantes de asilo venezolanos”.