Con la reforma al decreto con rango, valor y fuerza de Ley de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (LIGTF), lo que busca el gobierno es obtener recursos que necesita, pero al mismo tiempo está haciendo que el precio del dólar sea mayor, sostiene el doctor Edgar Urbáez.
El decreto en cuestión data del 30 de diciembre del 2015, fue publicado en Gaceta Oficial número 6210 y entró en vigencia el primero de febrero de 2016.
En ese entonces no circulaba el dólar como ahora, cuando el gobierno le ha dado cancha abierta para las transacciones de todo tipo, al considerarlo necesario ante la caída del bolívar.
La ley es contradictoria, dice el profesional del Derecho, economista y docente de amplia experiencia. Está extendido el impuesto a todas las compras en general.
El gobierno ha mantenido de facto al dólar, porque en palabras de ellos mismos es una válvula de escape para la economía, expuso. Entonces, al hacer la reforma, claramente, lo que se busca es imponer un impuesto a esa moneda.
Al mismo tiempo, los precios siguen creciendo y el tipo de cambio se mantiene bajo, de manera que la diferencia se va incrementando en la inflación.
La compra de dólares en el comercio pequeño y mediano es una práctica muy extendida, pero si se le aplica el impuesto a las transacciones, la gente no podrá comprar esa moneda estadounidense porque va a salir más cara.
El impuesto se va a cobrar, independientemente de la cantidad que sea, dijo. Ya existe para las grandes empresas y, una vez que se hace la reforma, se extenderá al público en general, que compra pequeñas cantidades.
Las alícuotas han pasado de dos por ciento a 2,50 por ciento, según lo que se ha informado, pero lo grave es que se extienda al público en general. Cualquier compra lleva el recargo del impuesto.
Ahora habrá que pagar impuesto sobre la cantidad de dólares que se adquiere, manifestó. Indudablemente, serán afectados los que se encuentran en la pobreza y los que se ubican en la pobreza crítica porque ahora el dólar va a salir más caro por el impuesto que se tiene que pagar cuando se efectúen las compras.
Es por ello que digo que es contradictorio el impuesto porque, por un lado, el gobierno deja de correr de facto el dólar y, por el otro lado, lo limita cuando le impone el impuesto a esa moneda, enfatizó el especialista.