Es preferible un poco de precaución a mucho arrepentimiento como se encuentra hoy más del noventa por ciento (90 %) del ciudadano al no haber tenido un tanto de malicia porque otro gallo cantaría y las condiciones de nuestro país serian otras y no el laberinto que estamos viviendo por la indiferencia y apatía de no defender con inteligencia y valentía lo que por derecho nos corresponde hoy se manifiestan en un lamento profundo y resonancia nacional compartida, donde no quedo un hueso sano, ni un solo sector que no haya sido golpeado, si hacemos un inventario de lo que había o teníamos hoy ya no existe, no alcanzaría el papel para describirlo, porque hay que ver el tamaño de la destrucción como un tsunami o El caballo de Atila que por donde pasaba era destruido.
Seguimos con la esperanza de una recuperación y refundación de corazón, apostando a que así sea y que se haga borrón y cuenta nueva, olvidar lo que pasó y unirnos de forma monolítica para sacar del fondo a nuestra querida nación que llama y reclama a sus hijos la indiferencia cruel que ha sido tratada por sus dolientes que la han abandonado con crueldad y a la deriva de quienes pocos les importa y en el fondo dirían “me importa un pito” y el que quedo atrás ese es su problema, sin importarle nada y de una forma insensible.
Aun así con todo lo malo que escribí de una forma que no es mi estilo, pero tristemente es lo que observo, pero por estas causas no vamos a perder las esperanzas y arrinconarse, vamos a luchar juntos en busca de la pronta recuperación, unidos por medio de la decencia, el trabajo con inteligencia ,todos en busca de la paz, del crecimiento económico y que no siga creciendo la pobreza ni aumentando el desapego, la crueldad y la indiferencia; dejo dicho Bernardo “Que una de las mayores desgracia del mundo es la pobreza, sobre todo para el que es pobre”.
Estemos conscientes de que a pesar de los tantos y difíciles dificultades la mayoría más el noventa por ciento (90 %) apuesta a la recuperación y no a que siga el desastre, no dudemos que los agricultores que tiene el país están dispuestos a trabajar más duro, producir y aportar más a la nación, con gran voluntad y el sector ganadero todos incansables en sus intenciones en busca de un mejor país, donde nos autoabastecemos y el sueldo alcance para vivir y comer y con aspiración de que las trabas sean menos y se nos brinde más seguridad y aparezcan los insumos a la hora de necesitarlos, esto no es una dadiva es un derecho por no llamarlo alianza positiva en busca de buenos resultados y de beneficio para todos.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán