El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) actualizó su informe sobre el estado Lara y en éste se refleja que en la entidad aumentaron las muertes por resistencia a la autoridad, marcando una tasa de 5,7 la cual supera a la tasa de homicidios que se ubicó en 5,2 y también está por encima de la tasa de muertes en averiguaciones que se situó en 6,8.
Según explica este informe avalado por el Coordinador del OVV Lara, Carlos Meléndez, las muertes por resistencia a la autoridad que ocurrieron en Lara se ejecutaron en el municipio capital, Iribarren.
La parroquia Juan de Villegas, de Barquisimeto es la que tiene los números más elevados, según el informe del OVV, el cual refleja que las muertes a manos de la fuerza pública y de la delincuencia en Iribarren ocupan el 44% del total de defunciones; mientras que 41% de ellas se registraron en las parroquias Tamaca, Catedral y Unión de la misma localidad.
De los datos ofrecidos por el OVV, el cual coordina Calos Meléndez en Lara, se desprende que la tasa de desaparición se ubicó en 3,6. Meléndez explica que, para algunos hechos delictivos, la tendencia a la baja ya se expresaba antes de la pandemia por la COVID-19 y enumera algunas de las causas que, considera, provocaron esta baja.
La ausencia del transporte público y privado en las ciudades donde se concentra el delito, la falta de renta y de la moneda local como medio de intercambio, así como los procesos migratorios masivos de la juventud venezolana; generaron cambios sociales en el crimen, que se aceleró en pandemia. Mientras, la pobreza y desigualdad pasó de ser la de un país en vías de desarrollo a la de un país con necesidades humanitarias las formas de victimización se transformaron”, argumentó Meléndez.
El especialista explica que las tasas de la violencia de 2021 reflejan la reducción de los delitos en Lara; sin embargo, ello se debe al resultado de la crisis socioeconómica que ha reestructurado las dinámicas delictivas, pues todavía persiste la ausencia del Estado.
“La autoridad existe para procurar de una manera ilegal y por ende insegura e insostenible, una política de mano dura que ha ejercido con impunidad y cuyos resultados son cientos de vidas perdidas”, expresa Meléndez.
El miedo es vector en la relaciones sociales
El coordinador del OVV Lara amplió que en la actualidad el miedo se ha convertido en el vector de las relaciones sociales, el cual se ve materializado en la orfandad, la fragmentación familiar y comunitaria, la movilidad forzada “y un sistema penal sin capacidad de aplicar un tipo de justicia transparente”, sostuvo el investigador.
En el informe del OVV también se expresa que la seguridad institucional necesaria para la garantía de la justicia no existe en la entidad y agrega que la disminución de algunos delitos no genera las condiciones que hagan sostenible la paz y la convivencia ciudadana.