El ingeniero Manuel Cols, quien por 8 años dirigió la Fundación para el Desarrollo de la Región Centroccidental (Fudeco), se refirió al 204 aniversario de Cabudare, destacando las bondades de esta importante ciudad del estado Lara, así como los retos que enfrenta.
«Cabudare está celebrando sus 402 años y en los últimos años la ciudad ha estado marcada por una situación de depresión económica afectada por la crisis a nivel nacional y también por las directrices equivocadas de las instancias locales», expresó el ingeniero Cols a Elimpulso.com
«La crisis de la economía, la emigración, todo eso hace que Cabudare en vez de tener una población de unas 240 mil personas, actualmente se ubique en 200 mil a 210 mil personas», añade.
En cuanto a servicios públicos, indica que son la crisis eléctrica y la falta de agua los padecimientos más sentidos de sus habitantes.
«En Cabudare dependemos del agua de los pozos y bien es sabido que hay varios pozos que pudieran estar produciendo pero se dañaron y no se han reparado, habría que repararlos y acondicionarlos para que comiencen a aportar mas agua», dijo.
«En cuanto a la electricidad es un problema de orden nacional ante la falta de inversiones durante los últimos 20 años», agrega.
Sin embargo, reconoce que «en este momentos pareciera que hay signos de cierta mejoría en cuanto al aseo urbano y el arreglo de las vías. En algunas zonas hay mejorías con el tema del agua pero hay mucho en lo que hay que avanzar para recuperar el nivel de vida de hace 30 años».
Inicios de Cabudare
«Cabudare es fruto del trabajo de todas las comunidades, fincas y centros de producción del Valle del Río Turbio. El poblamiento de Cabudare fue progresivo y estuvo asociado a la actividad agropecuaria en el transcurso del periodo colonial», con estas palabras el ingeniero Cols relata los primeros pasos de esta ciudad hermana de Barquisimeto.
«En los años 50 y 70 ya viene el impacto de Barquisimeto sobre Cabudare, donde la capital del estado Lara comienza a tener proyectos a nivel local y surgen demandas de viviendas de la gente que se viene a Barquisimeto, esa demanda de viviendas digamos encuentra respuestas en las urbanizaciones que se construyen en el valle del turbio», detalla.
Recuerda Cols que para ese entonces «Cabudare se perfilaba como una ciudad bastante modernizada con mucho talento humano de mucho nivel y centros universitarios de primera».
Señala que a pesar de no mostrar su mejor rostro en la actualidad, la capital del municipio Palavecino «tiene su encanto».
«Tenemos ricas expresiones de baile, música y artesanía, nuestra ciudad tiene centros educativos importantes, el estadio metropolitano, nuestra red sanitaria tiende a fortalecerse pues se han creado ciertas infraestructuras de importancia, entre otras fortalezas», manifiesta con orgullo.
Retos y proyectos
El también integrante del Grupo de Aguas Carabalí, señala que entre los regalos ideales para Cabudare en su aniversario 204 pudieran estar la recuperación del Valle del Turbio.
«El rescate del Valle del Turbio es fundamental, donde se puedan crear riquezas y empleos. Esta es una opción a corto plazo ya que lamentablemente las fincas fueron confiscadas en el año 2006 y lo que hicieron fue arruinarlo. Hay que plantearse alternativas para que ese recurso natural tan valioso pueda ser fuente de riqueza para Palavecino y el país», puntualiza.
En segundo lugar destaca la necesidad de poner en funcionamiento la planta termoeléctrica Argimiro Gabaldón.
«Está paralizada y tiene capacidad de 2.000 megavatios. Con eso saldríamos de esta zozobra por el tema eléctrico en la que viven no solo Cabudare sino también Barquisimeto», acota.
Ante las inundaciones registradas el año pasado en Valle Hondo tras las fuertes lluvias, propone iniciar una importante obra para el municipio que atienda esta problemática.
«Cabudare tiene una riqueza en la parte hidrográfica y es que es atravesado por 23 quebradas que vienen de la montaña Terepaima pero esas quebradas se han convertido en una grave amenaza que cuando se registran grandes lluvias como la de agosto del año pasado, algunos sectores como Valle Hondo tienden a inundarse por el desbordamiento de quebradas», relata.
Por esta razón, afirma: «Hay unas pequeñas presas que ya están visualizadas que son las presas de control de creciente que deberían estar en el Tomo, Tabure, La Mata y Agua Salada, esas pequeñas presas estarían en el pie de monte de la montaña del Terepaima y eso permitiría que las crecientes en vez de venirse escurriendo de manera de torrente hacia la ciudad, se aguanten en esas presas y escurran poco a poco, de esa manera se evitaría que se formen las crecientes».
Cols también ve una materia pendiente «convertir al Parque Nacional Terepaima, pulmón vegetal, en una área de recreación.
Para finalizar, expone otro proyecto que considera importante para la ciudad y que asevera es fundamental.
«Se debe implementar lo que está en la ordenanza de sismicidad que fue aprobado al final de la gestión del alcalde José Barreras, que exige que la alcaldía se organice en una unidad administrativa que supervise si los proyectos que se construyen tienen previsiones antisísmicas, pues Cabudare y Barquisimeto están construidas sobre la Falla de Boconó y las obras que acá se construyen deben tener unas características para soportar terremotos», concluyó.
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