El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha demostrado que no es imparcial, que hace lo que el gobierno quiere y que no es de extrañar que si en el 2024 hay elecciones, el proceso sea convocado con partidos y candidatos inhabilitados.
Así lo hace ver el doctor Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, al ser entrevistado por Elimpulso.com a propósito de lo que ha pasado con la abortada activación del referendo revocatorio, para el cual, según estudios hechos, el 80% del electorado estaba dispuesto a apoyarlo.
El referendo no se podía hacer
La realidad de la decisión tomada por el CNE es, sin lugar a dudas, dejar sin efecto el referendo revocatorio al mandato de Nicolás Maduro, expuso. Esto habría sido equivalente a decir: “el referendo no va.”
Pero, en vez de decir que el referendo no va, porque es un derecho constitucional, colocaron unas normas, para decir algo.
Lo que hicieron, dijo refiriéndose a los tres rectores que tomaron la decisión porque los otros dos se opusieron, fue habilitar el uno por ciento de los centros para recoger el veinte por ciento de las firmas de los electores. Esto es imposible. Y, además, en un solo día.
En este orden de ideas comparó esta situación a que si hubiéramos ido a una elección, con el diez o el quince por ciento de los centros de votación abiertos, para que participaran todos los que están inscritos en el Registro Electoral. Obviamente, la gente no podría haberlo hecho.
Lo que se hizo fue negarlo, impedirlo, expresó.
La respuesta de Mover
Para el doctor Alarcón la respuesta del Movimiento Venezolano para el Referendo (Mover) fue: Como se nos está negando la cantidad suficiente de centros para ir al referendo revocatorio, entonces, no vamos.
Y procedió a introducir los recursos de reconsideración y todos los mecanismos legales.
Creo que eso está bien que se activen, asentó. Hay que dejar estos casos documentados, para un futuro cuando se tenga que tomar una decisión o rendir cuentas para establecer responsabilidades.
Pero, la realidad del asunto es que, como todo sabemos y no es secreto para nadie, que esas instituciones, comentó sin mencionar al CNE y demás instancias, no van a avanzar en ningún sentido y todo se va a quedar de esta manera
La otra respuesta
Otra posible respuesta que se pudiera haber dado era la de haber llenado los centros para ver si el gobierno procedía a abrirlos al día siguiente o no. O los cerraba el único día, miércoles 26, a las seis de la tarde con la gente en las colas.
80% lo quería
Las mediciones que nosotros hicimos en el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, el 80% del país apoya el referendo revocatorio, hizo saber el director de esa institución.
Divorcio entre dirigencia y sociedad
La oposición en su gran mayoría, y eso es evidente en el comportamiento que ha tenido antes de la solicitud del referendo revocatorio, durante la solicitud y después que el CNE negó la activación del referendo, es que no lo estuvo apoyando, sostiene el doctor Alarcón.
En su opinión, hay una especie de divorcio entre la conducción política y la sociedad. Ésta reclamaba el referendo revocatorio como un derecho constitucional y la posibilidad de avanzar, mientras que los partidos políticos por razones justificadas o no, no tuvieron pronunciamiento.
Unos tal vez pensaron que eso los colocaría en mayor conflictividad con el gobierno, algunos que no tenían el músculo para hacer el revocatorio y otros hicieron cálculos de apoyo porque ya habían perdido respaldo. En todo caso dejaron pasar el referendo sin pena ni gloria.
Nueva frustración
Obviamente, sí al referendo revocatorio nadie lo peleó, generará otro evento frustrado como ha ocurrido en anteriores ocasiones, observa el doctor Alarcón. No hay manera que el referendo se defienda solo.
Sencillamente, defendemos ese derecho o lo perdemos.
Y eso coloca al país en una situación muy complicada, porque termina de una manera demostrando que el gobierno sigue teniendo el control del CNE.
No es verdad que ese organismos sea independiente y pueda tomar decisiones, independientemente, de lo que el gobierno quiere, remacha el doctor Alarcón. Hay tres rectores, que son la mayoría electoral, los que toman las medidas que le convienen al Ejecutivo Nacional y no las que necesariamente el país quiere.
Nada de sorpresas
Con ese CNE iremos a los próximos procesos hasta el 2024 y cuando vayamos a las presidenciales, nadie podría sorprenderse que concurramos con partidos políticos inhabilitados, con candidatos presidenciales que no puedan participar por inhabilitaciones o con las condiciones que no consideremos justas o competitivas, pronostica. Porque el árbitro electoral jugará siempre para la parte del gobierno.