…A los que subieron a las nubes
En el espacio, nadie puede oírte gritar como una niña…
Los astronautas están inherentemente locos y son realmente nobles
Andy Weir
Los que pueden ejercen, los que no enseñan…
- El navío de Tauro
El jefe de la delegación nos trasladó a un salón de visitantes, telepático. Y telepático nos enseñó partes de la nave alienígena, mientras viajábamos por la cinta movible. Vimos una cámara de higienización. Un cuarto cubículo para transportación molecular. Y la sala para hibernación de la tripulación subordinada. También pasamos frente a la cabina de los nautas interestelares. Hasta que nos detuvimos unos minutos mientras nos rociaban con un antibiótico gaseoso para evitar contagiarlos por ser todos ellos susceptibles a virus locales.
Un paseo por las estancias alienígenas y aunque no usásemos los labios quedamos mudos del asombro. Todo estaba allí. De dónde provenían y cuál era su estatus espacial en este multiverso donde compartíamos como galaxias vecinas. La constelación de Tauro es a la que pertenece Las Pléyades o las llamadas por los griegos antiguos las siete hermanas. Los nombres de esas estrellas o astros sonaban conocidos para los del planeta Tierra.
A unos 422.5 años luz de distancia de nuestro mundo planetario de agua. Un año luz quedaba aclarada, era una medida de distancia, no de tiempo. Repasar en la catajarria de km que hay de aquí hasta allá, solo es posible en Parsecs, una unidad de distancia astronómica equivalente a aproximadamente 19 trillones de millas que equivale a 30.860 billones de km, 3.26 años luz, o 206.265 unidades astronómicas (u.a.). Una u.a. es una longitud igual a 149.597.870.700 metros. La u.a. se usa más para medidas en el Sistema Solar y los Parsecs en mediciones intergalácticas. La Tierra, por ejemplo, está a una distancia de 149.5 x 106 km del sol o 1 u.a. Unos 6-8 minutos tarda la luz para cruzar tal longitud (1 u.a.) a la Tierra.
En un repaso rápido por la retórica sideral, Las Pléyades o Siete Hermanas, son un cúmulo sideral abierto de estrellas calientes tipo espectral B, de corta edad, ubicadas en la constelación de Tauro. Ubicados espacialmente pero desubicados literalmente, nos dieron un paseo en un cubículo al estilo observatorio Cajigal. Las estrellas y cúmulos se movían con sus orbitas originales en el aire alrededor de nosotros. Casi todo el cosmos estaba allí frente a la mirada fulminante de los que miran por primera vez el mundo desde otro mundo, aunque suene redundante. Toda la historia planetaria franqueó ante la ojeada asentada en el observatorio donde fuimos apoltronados. Nuestros ojos de búho perduraron sin parpadeo, pero nada se comparaba a la sensación extrasensorial en la neo-formación étnica y génica.
- Excursión Eco-sideral y el Cyborg
Einstein estaría fascinado con lo que sucedía. El tiempo es relativo. Dentro del ovni transcurría como en cámara lenta. En el observatorio los instantes fueron cuasi atemporales. Solo recibimos historia planetaria y efemérides cósmicas del Sistema Solar. Nos atrajeron las descubiertas súper autopistas para naves espaciales por los humanos de hoy. Una suma consolidada de caminos, rutas, carreteras, autopistas, travesías, vías y atajos que permitían a las naves cósmicas ir hasta las fronteras del Sistema Solar. Desde el cinturón de asteroides a Urano y de éste al cinturón de Kuiper de cuerpos helados como Plutón.
La nave estaba estacionada en la estratosfera con un campo de fuerza que la hacía invisible en el espectro de luz visible. Las naves acostumbran estacionarse en esa capa de la atmósfera ente la troposfera y la mesosfera que se extiende ente los 10 y 50 km de altitud aproximadamente donde reina un perfecto equilibrio dinámico y una temperatura constante.
La nave tripulada por el capitán Khaa telepático expresó sus ascendencias de Sirius B, y Alpha Centauro sin venirse por las ramas. Así de un plumazo dijo ser Cyborg a mucha honra. Tenía 2000 mil años de ensamblado y apenas es un estrenado modelo. Todos ellos son únicos y al mismo tiempo lo mismo. Como pasa dentro con la invasión alienígena de nuestro ADN. No era coincidencia, los Cyborg están hechos a imagen y semejanza de los ancestros biológicos pero parte orgánica humana parte máquina alienígena. Dentro no hubo sobresaltos, acaso asombro. Hay tanto de bucólico en todo. El universo en solo una mirada y todo el infinito en la palma de una mano. Sonó William Blake. La tecnología permitía a la máquina orgánica la telepatía lo que resultaba sorprendentemente misterioso.
El oficial Khaa explicó que los ancestros que los crearon fueron civilizaciones con más del millón de años terrenos de presencia resultantes del hatajo de las Pléyades y desde al menos 500 mil años visitamos La Tierra y los advertimos al aparecer y los investigamos al evolucionar para experimentar con la ingeniería hereditaria y recombinarnos. Nosotros, dijo, somos expresiones modernas de esa inserción milenaria que se actualiza cada mil años en las personas del Planeta Agua (Marrakis) como bautizaron a nuestro planeta por obvias razones y significa, agua sobre tierra. Las estadísticas del ensayo llevan unos 400 mil años e incluyen Homínidos que aún siguen descubriendo y discutiendo en centros de la autoridad galáctica. Con la aparición del Homo sapiens el estudio fue un éxito experimental pero un problema cósmico inesperado pues significa un peligro para sí mismos y para la comunidad planetaria conocida en los corrillos hiperespaciales como la autoridad de los nueve.
Las energías atómicas y las autopistas espaciales hacían la proyección del problema un acertijo que había que resolver antes de que fuera demasiado tarde. Los humanos han encontrado la forma de multiplicar sus ingenios pero también sus huellas antropoides en la ecología propia y en la ecoplanetaria. Las cartas están echadas y la autoridad intervendrá de ser imperioso su impacto a nivel del sistema solar unos de los miles de mundos con vida inteligente. Las Enéadas, retomó la explicación Khaa (mientras vamos a un tipo de cenador a tomar un brebaje alimenticio para evitar el deshumedecimiento por gravedad cero), son los dirigentes en este sector del multiverso conocido. En el antiguo Egipto están las señales de esas visitas inscritas en petroglifos, como por ejemplo el obelisco del dios Atum, el dios creador que se hizo a sí mismo. Khaa desdoblaba su personalidad insuperable al máximo.
Las deidades egipcias de las Enéadas que conforman la cosmogonía de Heliópolis son Atum. Shu. Tefnut. Nut. Geb. Isis. Osiris. Neftis. Atum, es el padre de todos los dioses o el que llegó a existir por sí mismo, su designación desciende de la totalidad lo que significa ser o estar completo, terminado. No como Khaa muy bien acabado pero nunca completo.
Yo y mis colegas ya no teníamos nombre propio, solo identificación morfológica, y la verdad tenía mucho sentido teniendo en cuenta la imprimación génica y la especia de la hipófisis, como un soporte de la longevidad orgánica, y a la cognición de un instinto de mil años de enseñanza y aprendizaje, en un solo envión. Para quienes apenas sabíamos de qué estábamos armados desde hoy, era toda una revelación sorprendente. Pero el término ahora perdía sentido en un espacio cuántico donde el cronómetro prácticamente tiende a cero. Y de lo que desprendían suspicacias donde cada uno lideraba su batalla íntima y simultánea con los demás. En nuestro caso, ni tan humanos ni tan alienígenas.
Luego de la recopilación instantánea de información sideral nos dimos a la tarea de identificar El Tálamo, el Tercer ojo o el ojo de Horus. La etiología del huevo cósmico y del caos primordial. El átomo primitivo o primigenio. El Chi dividido en yin-yan. Góbekli tepe. Valiant Thor. Bramanda. El arcángel Uriel. El libro de Enoc. El arca de Noé y el Diluvio versus el Génesis Bíblico. Los Manuscritos del Mar Muerto. Clío y los doce tomos de los placeres de la carne. Y así hasta que Khaa informó del marche a la base satelital lunar.
- La Plataforma Lunar y volver al futuro
Supimos que era una etapa previa para un éxodo a los alrededores del Sistema Solar. El objetivo era mapear los canjes de las mejores súper autopistas que emergían o formaban cada siglo e irnos en un eco recorrido planetario de la Luna a Urano y de ahí al cinturón de Kuiper y Plutón. Apenas nos llevaría una hora terrícola hacer el recorrido a velocidad Warp (empuje o motor de curvatura de Alcubierre), esa forma de viajar de 1a27 veces más rápido que con la velocidad de la luz. Warp 1 (2 veces la velocidad de la luz), Warp 2, (8 veces) y Warp 3 (27 veces). Usaríamos ¼ de velocidad Warp.
Como es universal, la hidratación y deshidratación eran constantes y la expresión de asombro, perennes. Conseguimos en un santiamén la Luna que resultó ser una estación de suministro colocada a propósito por antiguos astronautas cuando aún el planeta no poseía satélite. El diámetro la delató a través de los eclipses y su influencia gravitacional permitió las estaciones y las mareas, además del equilibrio justo de los ecosistemas promovedores de la evolución de las especies por selección natural (en cada hábitat y nicho alimenticio determinado en la cadena trófica) del planeta Marrakis como se le conoce a nuestro mundo en la comunidad estelar. Quedó desentrañada la labor experimental en especies homínidas sapiens, y el compromiso de la comunidad universal en inspeccionar a los perturbadores potenciales planetarios y cósmicos. Una distinción poco honrosa y muy vergonzosa para la humanidad. El viaje concluyó y como si hubiese sido un ensueño, volvimos a Los Caobos desde la cámara de transportación molecular, y la promesa de Khaa de volver muy pronto.
De vuelta a La Tierra regresamos a tener nombre solo en las reuniones de AA donde el bajo perfil era necesario. La magia de las tesis alienígenas era un hecho indiscutible para el grupo de los seis ahora llamados la comunidad del anillo por la obra de Tolkien. Ninguno dejó de usar lentes de contacto azul, ni de aparentar. Khaa dejó un dispositivo cuántico para comunicarnos siempre en galaxias lindantes. La intercomunicación se hacía grupal aunque estuviésemos en zonas distintas y era en tiempo real lo que fue increíble en la práctica. El dispositivo se congregó y Khaa nos telepaticitó a las 24 hrs en el lugar de costumbre. La comunidad del anillo se disponía volver al futuro…
Marcantonio Faillace Carreño