El Talibán y diplomáticos occidentales iniciaron el lunes su primer diálogo oficial desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán en agosto.
Las reuniones a puerta cerrada tienen lugar en un hotel en las nevadas montañas adyacentes a Oslo, la capital noruega. Los representantes talibanes seguramente insistirán en su demanda de que Estados Unidos y otros países liberen casi 10.000 millones de dólares que mantienen congelados en momentos en que Afganistán sufre una severa crisis humanitaria.
“Les estamos pidiendo que hagan disponibles esos fondos afganos y que no castiguen a la población civil por motivos políticos”, declaró el domingo en la noche el delegado talibán Shafiullah Azam.
“Debido a la hambruna, debido al invierno mortífero, creo que es momento de que la comunidad internacional apoye a los afganos en vez de castigarlos por sus disputas políticas”, añadió.
Previo a la sesión, diplomáticos occidentales se reunieron con defensores de las mujeres afganas y de los derechos humanos para escuchar sus opiniones y sus propuestas sobre la situación en Afganistán. En ese encuentro participaron representantes de la Unión Europea, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia y el anfitrión Noruega.
De pie y en silencio mientras se reunían los asistentes, la activista Heda Khamoush, quien vive en Kabul, alzó retratos de Tamana Zaryabi Paryani y Parwana Ibrahimkhel, dos mujeres arrestadas la semana pasada tras una protesta contra la obligación de ponerse el hijab (el velo islámico) dictada por el Talibán para todas las mujeres en Afganistán. No se ha sabido nada de ellas desde su detención.
Rechazando la acusación de que el Talibán las había secuestrado, Azam aseguró que “no estaba al tanto de eso” y sugirió que las activistas estaban usando el encuentro para pedir asilo.
Después de la reunión, la feminista Mahbouba Seraj rechazó airadamente eso y añadió: “Si ellos siguen así, diciendo algo y luego haciendo otra cosa, se romperá la confianza, completamente”.
Los tres días de diálogo comenzaron el domingo con encuentros directos entre el Talibán y representantes de la sociedad civil.