El repunte de la enfermedad COVID-19, que se ha venido registrando desde hace más de dos meses, ya ocurrió en Europa, en Estados Unidos y otros países.
Como nosotros somos de los últimos países donde ocurren los sucesos epidemiológicos, lo estamos padeciendo ahora, dice el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos del estado Lara.
Este fenómeno se denomina infección de rebaño o infección comunitaria, en el cual los casos importados infectan a las personas en determinadas áreas poblacionales.
Este comportamiento epidemiológico ocurre en el desarrollo de la pandemia, prosiguió. Ya van varias oleadas en todas partes, pero en Venezuela el gremio médico ha dicho que cuando el gobierno da las cifras de contagiados, muertes y recuperaciones no se ajusta a la realidad. Siempre están por debajo de los números de casos que se han producido.
Eso es lo que se conoce como subregistro y se debe, primero, a la falta de información fidedigna de las autoridades nacionales y regionales.
En esas cifras oficiales nunca aparecen los casos de enfermos que son tratados en sus domicilios, ya que no tienen un reporte epidemiológico a nivel local.
Si el gobierno da a conocer que se están produciendo 2000 casos, nosotros sostenemos que ese número está por debajo de la cifra real, que posiblemente es de 3000 ó más por lo que acabo de decir, ya que la atención domiciliaria no entra en la cuenta.
Nuestro gremio ha venido insistiendo en que el Ejecutivo Nacional debe implementar medidas rigurosas, planteó. Mantener, por ejemplo, el 7+7 para restringir la presencia de la gente en la calle. En China, donde apareció la pandemia, han hecho restricciones en cuanto a la movilización de la población.
A medida que la pandemia se ha venido desarrollando, han aumentado los casos de tratamiento domiciliario por una razón muy clara: El sistema de salud público, nacional y regional, es muy limitado. No hay camas para tratar a los pacientes que han contraído de manera moderada o severa la enfermedad. A esta situación hay que agregar la falta de insumos y medicamentos, así como material médico para el tratamiento de los pacientes. Y, por esto fuera poco, es alto el costo de la atención en los centros privados.
Todos estos factores hacen que el paciente quiera estar en sus casas, al lado de sus familiares, ya que en los centros de reclusión tienen que estar aislados.
De esta forma la atención domiciliaria le proporciona médicos, personal de enfermería y la compra del tratamiento, en el cual participan sus familiares.
En cuanto a la flexibilización amplia dada por el gobierno, dice el doctor Rivas que la gente todavía no ha concientizado lo que es la medida del 7+7 y tampoco las autoridades han procedido a que se cumplan las disposiciones.
Nuestra sugerencia a las autoridades sanitarias, planteó, es que se implemente el 7+7 porque todavía nos falta convivir con el virus del COVID-19 y hay que ser muy respetuosos en el cumplimiento de las medidas.
De igual manera hacemos un llamado a la población para que continúe usando el tapabocas, el lavado de manos con jabón, el distanciamiento social de 1.5 a 2 metros y evitar las aglomeraciones de todo tipo. Nada de conciertos, ni actos del gobierno o de la oposición, ni salir a la calle por gusto.