Director: Jane Campion
Guion original: Thomas Savage
En un mundo de redes sociales lleno de banalidad y de películas de grandes y extraños logros, encontrar un film del lejano oeste, western, que muestre de forma delicada y contemplativo un amor que no puede manifestarse como tal, es sin duda una buena propuesta de apreciar.
El Poder del Perro se ubica en Montana de 1925 donde dos hermanos acaudalados Phil (Cumberbach) y George Burbank (Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho de ganado, pero cuando George se casa con una viuda del pueblo Rose (Dunst) Phil comienza a despreciar su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter (Smit-mcphee).
No es un film para todos, es un western deconstruido sobre el hombre, masculinidades y juegos de poder; nos mantiene en un suspenso embriagador, la amenaza de la violencia, la amenaza de la bondad, cualquiera de las dos puede ser aterradora.
Phil es un hombre con personalidad poliédrica, un ser humano complejo, macho ante sus empleados, varonil y violento con las mujeres y en su intimidad un ser sensible, en constante recordación de los momentos de felicidad y pasión que vivió junto a su amigo Bronco
Deseo recordar que la historia se remonta a Montana (aquí recomiendo investigar sobre la interesante historia de este estado considerado el séptimo menos poblado de EEUU) y ubicada en el año 1925, es decir, el lejano oeste, de bandidos salvajes, pistoleros y cowboys (quienes eran los encargados de transportar el ganado de un sitio a otro y eso ameritaba fuerza coraje, machos)
Montado en mi caballo favorito, mi larga reata en la mano, mi pistola en mi cinturón sentía en ese momento que podía desafiar al mundo- es parte de una narración del libro Vida y Aventuras de Nat Love en 1907 de Deadwood Dick, un cowboy de raza negra que escribió la vida diaria de un cowboy.
Ahora bien, ¿por qué intento ubicarlos en este tiempo? Pues el Poder del Perro nos sitúa en una comunidad masculina con exceso de toxicidad en la que los hombres deben demostrar a toda costa la aversión que les provoca cualquier cosa que esté relacionado con la feminidad. Pero Phil en medio de esta realidad se escapa para recordar constantemente la admiración que le profesa al valiente y viril Bronco Henry, el vaquero con el que creció y del que aprendió toda su vida.
Esta película está nominada al Oscar 2022, trata temas como el amor, el dolor, el resentimiento, los celos y la sexualidad, una muestra de gran cine en su máximo exponente, incomodo, duro y, al mismo tiempo, delicado que hace justicia a un género histórico repleto de clásicos empecederos.
Es un film que después de verlo, me dejó con la increíble sensación de haber experimentado algo espectacular, en lo particular unos silencios para ubicarme en el bien, el mal la manipulación, en fin, sensaciones.
El nombre de la película no es ninguna casualidad, de hecho, se refiere a uno de los salmos de la biblia, el salmo 22:20 que dice, “Libra de la espada mi alma, del Poder del Perro mi vida.
Pero bien ¿Qué tiene que ver este salmo dentro del significado de El Poder del Perro? La directora Jane Campion lo explico en una entrevista: “el poder del perro son todos los impulsos, todos esos impulsos profundos e incontrolables que puede llegar a destruirnos.
Y usted ¿cuántos impulsos de ir en otra dirección, de dar un paso y arriesgar todo ha vivido, vive y desea vivir?
Fritz Márquez
@fritzmarquez360