Con ventanales abiertos y salones a media capacidad, estudiantes venezolanos volvieron a clases presenciales el lunes, luego de las vacaciones navideñas y en medio de un repunte de casos por coronavirus tras la llegada de la variante Ómicron al país sudamericano.
Aunque el regreso a los colegios fue el 10 de enero, los profesores esperan que la asistencia de alumnos aumente esta semana, mientras que las autoridades de educación estiman que al menos 8 millones de estudiantes se reincorporarán a las aulas.
En el colegio Andrés Bello, ubicado en el centro de Caracas, los estudiantes fueron recibidos por el director del plantel, quien en su discruso de bienvenida recordó las medidas de bioseguridad que deben seguir estudiantes, profesores y el resto de los trabajadores.
“En parte estoy de acuerdo con el regreso a clases porque a pesar de las asignaciones (en casa) los niños están siendo mal preparados, porque no tienen a alguien que les explique, pero también el COVID me tiene asustada, aunque es algo que tenemos que aceptar”, dijo María Gutiérrez, madre de una estudiante de 12 años.
Hasta el domingo, Venezuela reportó 455.023 contagios y 5.380 fallecidos. En los últimos días se han contabilizado más de 1.000 casos diarios, cuando en diciembre del año pasado se contaban en apenas cientos. Estas cifras pueden ser mayores, ya que muchos contagiados optan por tratarse en casa y las pruebas diagnósticas cuestan entre 40 y 80 dólares, en una nación cuyo salario mínimo llega a los 4 dólares.
Desde marzo de 2020, Venezuela entró en cuarentena tras la llegada del coronavirus, por lo que las clases presenciales fueron sustituidas por la virtualidad y grupos por la mensajería de WhatsApp en un país con una de las conexiones a internet consideradas más lentas de la región.
“Para que pueda ser educación en casa de verdad, tiene que haber una persona que tenga la formación. Aquí se les dio esa responsabilidad a las familias, sin ningún tipo de acompañamiento, sin ningún tipo de guía”, declaró Olga Ramos, coordinadora del Observatorio Educativo de Venezuela, una organización no gubernamental.
Advirtió que las clases virtuales pueden producir deficiencia en los niños, “dependiendo del nivel educativo, algunas se pueden recuperar con facilidad, otras no”.
La vuelta a las aulas ocurrió en octubre del año pasado tras una suspensión de 19 meses, para luego dar un receso en diciembre por Navidad. Con el regreso de la presencialidad, instituciones decidieron dividir y turnar a sus grupos de alumnos, pasando de atender 40 estudiantes a 20 o 25 por clases.
Entre octubre y noviembre de 2020 también inició la vacunación a niños a partir de los 2 años. De acuerdo con el Ministerio de Educación, hasta noviembre 700.000 alumnos fueron vacunados.