Mientras que en Venezuela el régimen no entienda que el crecimiento del país y el desarrollo de la economía, pasa por resolver el problema del crédito bancario, todos los esfuerzos que haga el sector empresarial privado, no se alcanzarán las metas deseadas.
El pronunciamiento lo hace el presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández Gallardo, de cara a los anuncios hechos por el presidente Maduro, quien dijo que para este año se espera un crecimiento de 4% del PIB.
La problemática del crédito bancario, ha sido uno de los reclamos permanente del movimiento empresarial organizado, que anunció que “en el 2022 los empresarios vamos a emprender una cruzada nacional para el rescate del crédito”, convencidos que ninguna economía en mundo ha podido crecer y desarrollarse sin el concurso del crédito, tanto para el financiamiento de los planes y proyectos de expansión de las empresas, como para el consumo, lo cual se ha convertido en un clamor generalizado de los distintos sectores de la economía”.
El líder del empresariado nacional, se refiere al optimismo de Maduro, sobre sus expectativas de crecimiento; sin embargo, asegura que si no se resuelve la variable del crédito, será poco probable que se alcancen estos objetivos.
Fernández Gallardo advierte que el régimen, que ha venido manteniendo alguna flexibilidad en algunas áreas de la economía, debe entender la importancia del libre mercado para un desarrollo sustentable del aparato productivo. Asimismo, cuestiona la posición de Nicolás Maduro de negarse a admitir la dolarización de la economía, que de acuerdo con el criterio de los economistas más prestigiosos, llegó para quedarse, afirmando que en contraposición a lo expresado por la administración de Maduro de rescatar el bolívar, la recomendación es que para este este año se produzca en el país la dolarización financiera, lo que sería un paso firme para el financiamiento en divisas.
El presidente de Fedecámaras asegura que en el movimiento empresarial, se mantiene el optimismo y ratifica que están dispuestos a continuar adelante, luego de lograr detener en el año 2021, la caída de la contracción de la economía, donde la empresa privada asumió la resolución de sus problemas económicos, con recursos propios, ante la imposibilidad del Estado Venezolano debido a la caída de sus ingresos, de dar respuestas a los requerimientos para la producción.