Durante 2021 en Venezuela los servicios básicos han presentado un gran deterioro, de acuerdo con el Monitoreo de Servicios del Observatorio del Gasto Público del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice Libertad), al dar a conocer el balance correspondiente al año que acaba de concluir.
Se recuerda que los servicios básicos constituyen componentes esenciales en los que se funda el desarrollo humano. En efecto, una prestación de servicios, oportuna y de calidad, permite mejorar considerablemente la calidad de vida de las personas y posibilita nuevas y mejores actividades económicas, además de reducir los costos de las actividades ya existentes, todo lo contrario a lo que ha venido ocurriendo en Venezuela.
Se destaca asimismo, que tras la pandemia por la COVID-19 muchas personas han comenzado a trabajar desde casa y muchos jóvenes comenzaron a estudiar a distancia. Bajo estas circunstancias, el acceso a los servicios de agua, electricidad e internet han adquirido mucha más importancia, ya que la ausencia de estos servicios en el hogar imposibilita el normal desenvolvimiento de actividades necesarias para el desarrollo.
La realidad en cifras
Más del 40% de las personas ha manifestado tener un suministro de agua potable bajo cronogramas de racionamiento irregular y casi el 40% ha manifestado una ausencia del suministro de agua por más de una semana.
Se detalla por ejemplo que en el interior del país, en Occidente y los Llanos, los venezolanos tienen que caminar hasta 4,2 kilómetros para obtener entre 20 y 25 litros de agua; solo el 19% de la población utiliza la regadera diariamente, el resto utiliza agua acumulada para asearse; el venezolano utiliza 11 horas semanales en la recolección de agua para uso doméstico, mientras que en algunas regiones el período puede extenderse hasta 20 horas semanales; un venezolano invierte entre 4$ y 10$ en la compra mensual de agua potable dado que las fuentes de abastecimiento locales no tienen los parámetros exigidos de calidad y potabilización; por lo menos el 21% de las emergencias registradas en los hospitales y clínicas se asociación a trastornos gastrointestinales causados por la deficiente calidad del agua.
Por su parte, casi el 70% de los venezolanos manifestó tener un servicio de electricidad inestable día a día y 30% manifestó tener al menos una interrupción de este servicio por no menos de una hora diaria.
Con relación al servicio de internet, el 85% de los venezolanos manifestó tener un servicio fluctuante y con fallas recurrentes durante el día, lo que imposibilita el normal desenvolvimiento de actividades en la web que demandan una conexión medianamente estable; 9 de cada 10 usuarios asegura que debe invertir más de 35 minutos en tareas sencillas que requieren Internet, como ingresar a los bancos.
El 80% de los venezolanos asegura presentar fallas constantes en sus sistemas de telefonía fija, como caídas de tono de llamadas y ruidos de interferencia durante las llamadas; mientras que 8 de cada 10 asegura que la señal de telefonía móvil Movilnet es más deficiente y los planes de datos no funcionan con la calidad requerida por los usuarios.
Asimismo, el 91% de los venezolanos ha manifestado que deben realizar colas entre 2 y 12 horas de duración para poder surtir sus vehículos de combustible, mientras que en algunas regiones del interior del país, este período de espera puede convertirse en días y semanas.