Es difícil mantener por mucho tiempo, ya para veintidós años, unas políticas y estrategias como las del régimen y la oposición democrática venezolana, por lo que se requiere de una salida a la crisis que ha perjudicado al país.
Sin embargo, para regímenes autoritarios, como el de Nicolás Maduro, no le interesa, ni le importa, establecer un diálogo con los opositores, dice a Elimpulso.com, el doctor Nelson Valera.
Quien por espacio de un cuarto siglo se desempeña como embajador de Venezuela en Suecia y Hungría, además de cumplir funciones diplomáticas en Francia, Austria, China, Bulgaria y la hoy desaparecida Unión Soviética, no cree en una inmediata reanudación de negociación y diálogo en Ciudad de México.
Éstas fueron suspendidas abruptamente por el régimen el sábado 16 de octubre del año pasado por la extradición a los Estados Unidos del empresario colombiano Alex Saab, a quien pretendía incorporar como representante diplomático.
Aunque se declara partidario del diálogo por ser éste el mejor instrumento para resolver crisis, el doctor Valera piensa que el gobierno chavista-madurista ha sido autoritario y lo seguirá siendo. Como tal, no tiene el más mínimo interés en llegar a unos acuerdos con la oposición, porque lo que le importa en cualquier conversación o negociación es ganar ganar. No ceder.
Si bien es cierto que Maduro no es reconocido por alrededor de 60 países democráticos, no se puede obviar que tiene el apoyo político de Rusia, China y Turquía, principalmente.
Estos países también juegan importantes posiciones en los organismos multilaterales y es de esperarse que haya confrontación este año con el caso Venezuela, ya que posiblemente habrá cambios en algunas naciones que han estado respaldando a los demócratas venezolanos.
La situación de Venezuela ha pasado por varios contrastes, dice. La oposición democrática ha tenido apoyo no sólo de los Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, particularmente del Parlamento Europeo, pero el año pasado ese respaldo se notó muy tímido. No hubo un pronunciamiento decisivo y, por otra parte, el régimen se empeñó en debilitar la democracia y lo logró.
Ante esa realidad tiene que lograrse una unidad interna entre los factores de oposición, para luego ir afianzándose con el objetivo de plantar cara frente al régimen.
Maduro ha dicho que hay una oposición buena y otra mala, acota. Como hay que buscar una salida, ésta no puede ser armada, sino la del diálogo; pero, tiene que haber una unidad sólida si es que en determinado momento se decide volver a la mesa de negociación y diálogo.
Justicia
La experiencia le indica al doctor Valera que la visita del fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim khan, a Caracas para la firma con Maduro, el 4 de noviembre del año pasado, de un memorándum de entendimiento para abrir la investigación formal de crímenes de lesa humanidad, fue importante, evidentemente, pero hay que recordar que ese fue el resultado del examen previo hecho por la fiscalía desde el año 2018 y, por tanto, se trata de un proceso que requerirá tiempo.
No es que este año, que apenas tiene unos días de haber empezado, se abrirá un juicio en la Corte Penal Internacional, sino que avanzará la investigación, cuyos resultados deben ser consistentes, irrebatibles, concluyentes.
Aquí los organismos del Estado creyeron que tenían a Dios agarrado por las barbas y no se dieron cuenta que los Derechos Humanos provenían de un proceso internacional que termina en la aplicación de la justicia.
Es de destacar que en el caso de la violación de esos derechos en Venezuela han actuado para que castigue a los culpables, distintas organizaciones y en especial la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas. Y quedará demostrado que el Derecho y la Justicia tendrán que ir por el mismo camino.
Migración
Para el doctor Valera es muy lamentable que haya una diáspora venezolana de casi 6 millones de personas, constituyendo así el segundo éxodo más grande del mundo, sólo superado por Siria por un conflicto de nueve años.
Los venezolanos comenzaron a salir del territorio a partir del 2014 hacia Colombia, Perú, Ecuador, Chile y otros países de América Latina y el Caribe, así como para los Estados Unidos y Europa.
Pero, lo que llama más la atención es que la gente sigue yéndose masivamente por las trochas hacia Colombia y de éste país a otros.
Este es un problema que desestabiliza los programas sociales y luego a las políticas de los países que reciben a los migrantes, quienes requieren de mucho apoyo financiero.
Aunque muchísimos de los migrantes están muy capacitados en diferentes profesiones, generalmente, causa molestia a los habitantes de los países receptores y se producen casos de xenofobia muy crueles.
Este debiera ser uno de los temas de mayor interés que se debe tratar, porque el número de venezolanos que hay en el exterior, a los que se están sumando centenares este año, es muy grande y no existe posibilidad de que puedan regresar porque las condiciones de vida que tenemos son muy precarias. De modo, pues, que esta situación es alarmante, preocupante e irresoluta.