Por Violeta Villar / www.lawebdelasalud.com
La doble infección reportada en Israel, y luego en otros países, con el nombre de flurona y que implicaría la infección simultánea con coronavirus y gripe, no es extraña: las coinfecciones existen entre muchos virus.
“Me extraña mucho que esta coinfección reportada en Israel llamara tanto la atención. Estoy seguro que ya han ocurrido miles de casos no reportados”, dijo el Dr. José Esparza, profesor adjunto de Medicina en el Instituto de Virología Humana de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, en Baltimore, y del programa Robert Koch Fellow del Instituto Robert Koch en Berlín.
La Dra. Marta Illueca, científica, investigadora clínica y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, señaló que la flurona no constituye un caso único ni raro: tampoco se trata de gripe, es un caso de influenza con COVID-19.
El Dr. Esparza razonó que si bien puede existir un “cierto nivel de inmunidad co-infecciosa, hay muchos reportes de coinfecciones virales entre muchos virus”.
“No creo que sea una característica peculiar de la ómicron, solo que por ser más transmisible y por haberlo estado haciendo durante la época de influenza estacional en el hemisferio norte, se darán más casos de reinfecciones”, precisó.
El Dr. Juan B. De Sanctis, investigador senior del Instituto de Medicina Molecular y Traslacional de la Universidad Palacky Olomouc de la República Checa, analizó que el caso que se presentó en Israel no debe alertarnos: La doble infección viral no es un fenómeno nuevo.
En palabras simples es un proceso a partir del cual la infección por un virus facilita la infección por otro virus.
“Ese proceso normalmente ocurre en células o individuos cuya respuesta antiviral, mediada principalmente por interferon alfa, es deficiente, así como hay una deficiencia del inmune en eliminar las células infectadas por el virus o el virus por complemento o anticuerpos”.
Las inmunodeficiencias, documentó, se dividen en dos grandes grupos: las genéticas y las adquiridas, por ejemplo el virus de inmunodeficiencia.
“Hay medicamentos usados en pacientes trasplantados, con cáncer o con autoinmunidad que tienen una respuesta inmune disminuida. En todas las deficiencias inmunes es común observar infecciones con múltiples patógenos, comúnmente bacterianos. Sin embargo, confección con otro virus como el de la influenza es muy posible”.
Subraya que flurona no puede entonces ser categorizada por ello como una variante hasta no definir todas las características de ambos virus infectantes.
La Dra.Illueca ilustró de una manera sencilla la manera de diferenciar una gripe de la influenza: la gripe es el resfriado común que no pasa de malestar o una fiebre. En cambio, la influenza, en lenguaje popular, “te tumba”.
Diferenciar un proceso de COVID-19 de la influenza no es tan sencillo e implicaría someter a la persona a pruebas por separado, “y no resulta costo efectivo”.
La Dra. Illueca reiteró que la sobreinfección o segunda infección es un concepto milenario y ocurre cuando la persona con defensas bajas a causa de una infección, pasar a sufrir de una segunda infección.
De hecho, en septiembre 2020, médicos panameños presentaron dos casos importantes de pacientes recuperados de COVID-19, casos inusuales de triple infección de tuberculosis, VIH y SARS-CoV2 en Panamá.
Los médicos Mario Espinoza, Neyla Rivas, Alejandra Loban, Julio Jurado y Nicolás Henry-Hurtado, miembros del equipo de medicina interna del Complejo Hospitalario Dr. Manuel Amador Guerrero en Colón en conjunto con la enfermera, licenciada Odemaris Luque del Programa Regional de Control de Tuberculosis del Ministerio de Salud en Colón, y el investigador del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat-AIP), el Dr. Amador Goodridge, presentaron estos estudios:Recuperados con triple infección, logro de equipo panameño
Incluso según los especialistas, este estudio determinó que coinfección con VIH, tuberculosis y SARS-CoV-2 no parece empeorar los resultados de la infección por COVID-19.
La Dra. Illueca recordó que en el caso del sarampión no es la enfermedad base la que provoca el deceso del paciente: es la pulmonía bacteriana.
Reiteró que tener una infección no protege o evita que la persona sufra de una segunda infección.
La experta aclaró que si el organismo sufre dos enfermedades simultáneas, se podría disminuirla acción de la vacuna, pero no a causa de la vacuna y sí “porque en el cuerpo tenemos una remesa o cuota limitada de proteína que son los anticuerpos: si el 50% está dedicado a combatir la COVID-19 y el otro 50% a la influenza, nos debilitamos, de allí la necesidad del descanso y el cuidado”.
De igual modo mantener una dieta balanceada y medidas como el uso de la mascarilla y el distanciamiento social, ayuda a evitar una mayor exposición.
Vacunación contra influenza y la COVID-19
Los expertos coincidieron que la vacunación, tanto contra la COVID-19 como la influenza, debe ser una acción impostergable en la tarea de evitar enfermar o sufrir una coinfección o segunda infección.
El Dr. Juan B. De Sanctis indicó que “la vacunación contra influenza antes de las dosis contra Sars-Cov-2, parece proteger más a los pacientes susceptibles.
El refuerzo de vacunas para ambos virus es importante pero debe ser espaciada por un período de 4 a 6 semanas.
Es claro que en estos pacientes el refuerzo continuo contra ambos virus es recomendable.
Hay muchos expertos que recomiendan el cuarto refuerzo de la vacuna contra Sars-Cov-2 luego de la tercera dosis, a los seis meses, y si la vacuna es diferente, es decir, vacuna nasal o de base proteica, mucho mejor”.
La propuesta, resaltó, es usar la vacuna a base de proteínas en la vacuna estacional de gripe, como se propuso para H1N1.
Para resumir, el Dr. De Sanctis enfatizó que el grupo de personas susceptibles debe siempre estar vacunado y protegido.
De hecho, en Europa “los casos de confección se han reportado más en inmunodeficientes hospitalizados por largos periodo”.
Lo que ocurre en ese grupo es particular. Las vacunas y los nuevos antivirales servirán para disminuir la tasa de infección.
En la mujer embarazada resaltó que es importante el monitoreo continuo así como del recién nacido.
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