Cuando ya se encuentra en su etapa final la campaña electoral regional, para escoger al nuevo gobernador de Barinas, se ha logrado la unidad entre los diversos factores de la oposición.
No sólo Sergio Garrido, el candidato postulado por la plataforma del G-4, tiene el apoyo de Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular y Primero Justicia, sino de quien lo adverso también en el sector oposicionista, el exgobernador Rafael Rosales Peña, quien alcanza casi 50 mil votos el 21 de noviembre, cuando triunfó Freddy Superlano.
Además, se han unido al candidato opositor el partido de Henri Falcón, Avanzada Progresista, así como Unión y Progreso, confirmó a Elimpulso.com, su vicepresidente, el doctor Rafael Simón Jiménez, quien califica las elecciones en ese estado como “anormales«.
En esa entidad federal, el régimen dio un arrebatón al desconocer la voluntad del pueblo barinés, que eligió a Superlano como gobernador, dijo. Eso no es que lo diga yo, pues está contenido en la segunda sentencia de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia que le adjudicó la victoria al candidato opositor.
Estas elecciones del 9 de enero no son unas elecciones convencionales como fueron las del 21 de noviembre con multiplicidad de candidatos y de partidos, de opciones, coaliciones y propuestas.
Son unas elecciones destinadas, en el caso de la oposición, a derrotar una burla que se le hizo a la voluntad popular, afirmó. Al margen de las virtudes que puedan adornar al candidato de la oposición, Sergio Garrido, en Barinas se ha agrupado un conjunto de movimientos que no respaldaron a Freddy Superlano.
Es por ello que en Barinas hay un claro movimiento alrededor de Garrido, destinado a reivindicar el triunfo del 21 de noviembre, acotó. Ese es un movimiento que va mucho más allá de los partidos, de las coaliciones, de los bloques de organizaciones políticas. Tiene que ver con la soberanía popular y, naturalmente, tiene la primera opción de victoria.
El candidato del régimen, Jorge Arreaza, es impuesto, absolutamente ajeno al medio, resaltó. No dudo que pueda tener una buena formación académica; pero, que reúne en sí mismo condiciones del agua: inodoro e insípido. Pero, además, en esa región no se conecta con la gente porque su lenguaje, su cultura, su comportamiento, su manera de hacer las cosas es totalmente diferente a la idiosincrasia barinesa. No ha caído como un paracaidista, sino como una persona que no tiene ningún arraigo.
El líder natural del chavismo se llamaba Argenis Chávez, para bien o para mal, enfatizó. Yo, particularmente, considero que fue nefasto como gobernador. Pero. El candidato opuesto es posible que no llegue a obtener el mismo número de votos que obtuvo el régimen el 21 de noviembre.
En este momento, yo veo una contundente victoria de la oposición en Barinas, pronosticó. Y será así porque estas elecciones han sido determinadas por un fraude y una burla a la voluntad del pueblo de Barinas.
Mucha gente que no fue a votar el 21 de noviembre por abstencionismo, porque no tenía motivación o no le gustaba ninguno de los candidatos o por distintas razones, ahora está dispuesta a hacerlo.
Unión y Progreso en las pasadas elecciones no apoyó a ninguno de los dos candidatos de la oposición, porque, primero, estimamos que podría haber mejores candidatos; y en segundo lugar, porque hicimos un llamado a que los dos aspirantes se pusieran de acuerdo y no fue posible. Ahora, no se trata de quién es mejor, quien tiene más méritos o reúne mejores condiciones, sino de reivindicar la voluntad mayoritaria de los electores barineses.
Para el régimen esta campaña es la aplicación de zanahoria y garrote, explica. Lo primero por halagos, dádivas y prebendas; y lo segundo, amenazas, chantaje, corrupción. Pero todo está fracasado. Porque no se puede comprar la voluntad de un elector después que éste tiene 22 años pasando hambre y trabajos, viviendo a duras penas y con parte de su familia desgarrada porque se ha tenido fuera del país, no escapan a esta situación los que han apoyado el chavismo, porque se trata de una gente muy pobre y la que sufre más.
Ya a esa gente no se les va a comprar un televisor, una lavadora o una cocina, una bolsa de comida o una bombona de gas. Ni tampoco se pueden amedrentar con amenazas o maltratos.
Ahora se ha demostrado que Barinas no es un territorio rojo, por cuanto la invencibilidad del chavismo se vino abajo y la gente irá a votar el domingo 9 con más confianza de que su voto vale y podrá, como ya lo hizo en noviembre, elegir a un gobernador que no sea chavista, concluyó el doctor Jiménez.
