Las nuevas cifras de las autoridades británicas calculan que aproximadamente una de cada 25 personas en hogares de Inglaterra tuvo COVID-19 en la semana previa a la Navidad, en un momento en que en vísperas de Año Nuevo la variante ómicron altamente transmisible se propaga con rapidez por todo el país.
El número es alarmante en comparación con el reporte de una semana anterior, cuando el cálculo era de una de cada 45 personas, señaló la Oficina de Estadísticas nacionales el viernes.
Una de cada 25 personas es el equivalente de aproximadamente dos millones de personas con coronavirus en Inglaterra, la mayor cantidad desde que el órgano estadístico empezó a estimar los niveles de contagio de COVID-19 en mayo de 2020.
La cifra es incluso más alta en Londres, la capital británica, donde, de acuerdo con las autoridades, era probable que alrededor de una de cada 15 personas diera positivo en coronavirus durante la semana del 23 de diciembre.
Las autoridades británicas han advertido a ciudadanos de Escocia y Gales que lo piensen dos veces antes de viajar a Inglaterra en los festejos del Año Nuevo, lo que pone en evidencia la marcada diferencia de enfoques de las cuatro partes del Reino Unido respecto a las restricciones por el coronavirus ante una ola récord de contagios y un alza en las hospitalizaciones.
El primer ministro Boris Johnson se ha resistido a endurecer las restricciones en Inglaterra pese a la propagación rápida de la variante ómicron, y en lugar de eso se ha concentrado en la autoaplicación frecuente de pruebas y en la expansión del programa de vacunación para controlar la propagación del virus.
Mientras tanto, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que establecen por separado sus propias normas de salud pública, impusieron nuevas restricciones esta semana que obligaron al cierre de clubes nocturnos y limitaron las reuniones sociales. Bares y pubs han regresado al servicio sólo en mesas. En Edimburgo, donde suele llevarse a cabo uno de los festejos de Año Nuevo más grandes de Europa, las autoridades han instado a la población a permanecer en casa.
Si bien no existe una prohibición formal de viajes que impida que los juerguistas escoceses se dirijan a Inglaterra el viernes, John Swinney, viceprimer ministro de Escocia, advirtió que viajar sería “un proceder equivocado”.