El gobierno de Francia mantendrá la presión sobre las personas que no se han vacunado contra la COVID-19 luego de que este miércoles se reportaran 208.000 nuevos casos, un récord impulsado por la variante ómicron.
El ministro de Salud, Olivier Veran, defendió el miércoles un plan del gobierno para permitir que solo los completamente vacunados disfruten de acceso continuo a lugares como restaurantes, cines, teatros, museos y estadios deportivos. El pase también será necesario en trenes de larga distancia y vuelos nacionales.
Veran dijo en una audiencia parlamentaria que el número récord de infecciones significa que más de dos franceses dan positivo cada segundo a COVID-19. Estimó que un 10% de la población francesa ha estado en contacto recientemente con una persona infectada.
A los que no están vacunados les dijo: “Hay muy pocas posibilidades de que esta vez puedan escapar, el virus se está propagando demasiado rápido”. El funcionario agregó que el 70% de las personas internadas en hospitales públicos de París no están vacunadas.
También aconsejó a las personas más vulnerables que aún no recibieron la vacuna de refuerzo que “no corran riesgos y se protejan en los próximos días”.
La introducción acelerada del llamado “pase de vacunación” es parte de una estrategia del gobierno para usar las vacunas, en lugar de nuevos confinamientos, para intentar suavizar el impacto de la variante ómicron en los ya abrumados hospitales.
Francia reportó el martes un récord de casi 180.000 casos nuevos de COVID-19 y se prepara para más, con pronósticos que advierten de más de 250.000 infecciones diarias para enero.
Casi el 77% de la población está vacunada y el gobierno y aceleró la distribución de vacunas de refuerzo, también para combatir a ómicron. Pero más de 4 millones de adultos siguen sin vacunarse, incluyendo más de un millón mayores de 65 años.
Más de 3.400 pacientes con COVID-19 estaban hospitalizados en unidades de cuidados intensivos el miércoles, un aumento del 10% respecto de la semana pasada. Pero el número es menor que durante el pico de la primavera, cuando la cifra era de 6.000 pacientes con COVID-19 en cuidados intensivos.
El gobierno quiere que el pase de vacunación esté vigente para mediados de enero. De aprobarse en el Parlamento, su introducción significará que las personas que no están vacunadas ya no podrán usar el resultado negativo de pruebas para ingresar a lugares en donde se requiere el pase.