Según cifras presentadas por el Observatorio Venezolano de Violencia OVV este 28 de diciembre, 11.081 personas perdieron la vida en el país por hechos violentos y al desglosar la cifra se tiene que 3.112 murieron por homicidio, 2.332 por resistencia a la autoridad mientras que 4.003 fallecimientos se encuentran en averiguación y otros 1.634 se encuentran desaparecidos.
El informe fue difundido a través de las redes en rueda de prensa virtual ofrecida por la OVV, red fundada en 2005 que reúne a 15 equipos universitarios de 10 universidades del país y cuyo propósito es monitorear datos e información y producir, analizar y difundir conocimientos sobre la magnitud, riesgo e impacto social de la violencia en Venezuela.
Dando continuidad a las cifras, del informe se desprendió que en proporción a lo establecido los delincuentes cometieron diariamente 8,5 homicidios y los cuerpos policiales ultimaron a 6,3 personas por resistirse a la autoridad. No hubo esclarecimiento de las causas de muerte de un promedio de 11 víctimas fatales y cada día del año fueron denunciadas por sus familiares la desaparición de 4,4 personas.
En otro importante aspecto, igualmente se pudo conocer que durante el 2021 hubo una reducción de las muertes violentas en Venezuela, pero esos cambios no han sido el resultado del mejoramiento de las condiciones sociales sino al contrario, de un deterioro sostenido de las garantías de derechos humanos.
La reducción de la mortalidad violenta es el resultado del empeoramiento de la calidad de vida, de políticas públicas que destruyeron capacidades económicas y además auparon la corrupción y el deterioro de los servicios básicos, así como de la parálisis del país, el empobrecimiento masivo y la pérdida del poder adquisitivo, lo cual en conjuto redujo notablemente las oportunidades del crimen.
Los homicidios se reducen por la parálisis de la economía, así como por el dominio cada vez mayor de territorios por el crimen organizado que es el que regula o pone coto a los asesinatos.
Una dimensión importante para las razones de la disminución de los homicidios en el país, son los cambios que ha experimentado la composición demográfica debido a la emigración masiva. Más de la mitad de la población que ha migrado durante los últimos cinco años está compuesta por jóvenes entre 15 y 29 años y han salido del país unos 2,5 millones de muchachos en la edad que ha constituido el núcleo de la violencia, bien sea como víctimas o victimarios, reduciendo drásticamente la población en riesgo de sufrir o infligir la violencia.
También se desprendió del informe que las muertes por resistencia a la autoridad se mantienen en cifras muy altas. Durante el año 2021 se diversificaron los organismos de seguridad que llevan a cabo las ejecuciones extrajudiciales: Las actuaciones que años pasados se concentraban en las FAES son funcionarios de otras dependencias, como el CICPC o de las estadales o municipales, algunas de creación reciente y con nuevos nombres, quienes realizarían las ejecuciones.
Igualmente en el año 2021 se incrementaron de manera importante los casos en los cuales la causa de la muerte permanece en «averiguación«, un vacío de la información criminalística que deja en el limbo a un grupo importante de muertes, por ausencia de investigación calificada o por la intensión de arrojar sombras en lugar de luces sobre las causas reales de las muertes.