“La esperanza es el sueño del hombre despierto” lo dijo Sócrates, entonces hagámosle caso a Sócrates y reforcemos nuestra fe, energía y ayudar al sueño del hombre que es la esperanza; son tanto los deseos que tenemos los venezolanos de buena voluntad de ver nuestra nación refundada y recuperada que no tiene limite la ambición de verla batirse o compitiendo entre grandes países desarrollados de el primer mundo; demostrando a ciencia cierta que somos de verdad el país más rico del mundo o del planeta, por donde quiera que lo veamos a los cuatro costado existen riquezas y no son imaginarias, no son fantasías ni ilusiones, están a la vista , es pura realidad, quien dude de esto que se dé una vuelta por nuestra geografía por nuestro territorio y compartan conmigo estos buenos deseos que siempre me han mantenido con la esperanza y sigo manteniéndola con firme aspiración de verla enrumbada por el camino de la convivencia, la paz y la prosperidad dándole importancia a posibles alianzas y a quienes sean sus autores, lo que deseamos es el bienestar para todos y una nación prospera donde no se siga promocionando el hambre, la pobreza y seguir pendiente tanta familia de un bono o una bolsa de comida, nada bueno para una nación como la que pronto tendremos, darle buen uso a sus riquezas para dejar de andar deambulando quitando todo, aparte buscando pleitos y confrontaciones; que se busque la paz, el entendimiento, el razonamiento en positivo y convertir las secuelas en bendiciones y experiencias, que no se olviden y además sirvan para no caer en el mismo error que ha sido tan duro y cruel para todos pasar de una nación rica y prospera a una nación mísera, desacreditada, mal vista y con un futuro incierto.
Estas últimas líneas parece un cuenta de terror pero como dicen por ahí lo que está a la vista no necesita anteojo y la nación lo que necesita son actuaciones en positivo que nos animen a trabajar y a producir, a ser correctos y cumplir con las obligaciones, que se nos despierte el ánimo y se nos enraíce el sentimiento del valor o valioso de nuestra patria que la admiremos, la amemos y respetemos ; le pido a mis lectores que reflexionen sobre estas inquietudes , le pido de corazón con el ruego de que me acompañen en esta noble aspiración y verán que no hay otro camino que la unión, la paz, la convivencia y el trabajo honesto y el empeño por ser un buen venezolano con buena educación, que no siga la diáspora, cero hambre y pobreza, unión y no discriminación.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán