Para este domingo 19 de diciembre, los chilenos salieron a las urnas para elegir al nuevo presidente del país.
Será el candidato izquierdista Gabriel Boric y el ultraderechista José Antonio Kast, quienes protagonicen la elección más polarizada en años.
El ganador buscará imprimir un nuevo giro a un país gobernado hace tres décadas por mandatarios cercanos al centro político.
Las urnas empezaron a abrir a primera hora, en una jornada donde las principales dudas son cuántos de los 15 millones de electores votarán y cuántos puntos separarán al triunfador de su adversario en lo que respecta esta segunda vuelta electoral, cuyos resultados serían estrechos, según coincidentes pronósticos.
Como es tradicional, entre los primeros en acudir a las urnas están los adultos mayores, en un día en que los termómetros bordearán los 33 grados centígrados y en que se esperan largas filas de personas en las calles porque la pandemia impone aforos al interior de los recintos de votación.
Para alentar la participación las autoridades dispusieron que el uso del subterráneo durante la jornada sea gratuito, en un país en que el voto es voluntario y la abstención tradicional bordea el 50%. Ambos candidatos modificaron sus programas y aterrizaron sus ofertas electorales para conquistar a los que no votaron en primera ronda y al centro político que les fue esquivo.
El centroderechista presidente Sebastián Piñera, que también votó temprano, declaró que cualquiera que resulte electo, “nunca debe olvidar que va a ser el presidente de todos los chilenos y no sólo de quienes lo apoyaron”. Aprovechó de desear a su sucesor «sabiduría, prudencia y éxito, porque lo va a necesitar”.
Kast ganó la primera vuelta del 21 de noviembre con un 27,9 de los votos, seguido de Boric con un 25,8%, y aunque los sufragios no son transferibles, en la víspera Franco Parisi, un candidato populista que logró un 12,8% de las preferencias, dijo que la mayoría de sus seguidores apoyaba a Kast. Los dos candidatos se esforzaron por obtener esos sufragios.