Suele ocurrir que al referirnos a algún personaje de relevación obviamos una de sus facetas la cual a veces es la principal. Sucede con el ex presidente Rómulo Betancourt quien se identificaba siempre como periodista de oficio antes que el político. El escritor mexicano Juan Rulfo ocultaba su condición de escritor por temor a los intelectuales. Mientras que el literato Ernesto Sábato le acontecía con su profesión de físico colocada en un segundo plano.
Precisamente una de las facetas del recién fallecido historiador y escritor Guillermo Morón Montera, era la del periodista. Actividad que ejerció desde muy joven pasando por el redactor, jefe de redacción y articulista fijo u ocasional. La suya es una labor signada por la multiplicidad de funciones en la cual domina principalmente la práctica más no el practicismo de los empíricos, pues la acompaña con selectas lecturas.
Pertenece a la brillante generación de los discípulos intelectuales del periodista Don Cecilio Zubillaga Perera. Estos se nutrieron de sus sabias lecciones en su cuarto-biblioteca de la calle Bolívar con Ramón Pompilio Oropeza de Carora. Entre otros figuran: Alirio Díaz, Luis Beltrán Guerrero, Alí Lameda, Fedérico Álvarez, José “Cheito” Herrera, Elisio Jiménez Sierra, Francisco Manuel Mármol, Eddy Morales Crespo y Juan Oropesa, rector de la UCV. Una generación de triunfadores y no pérdida. Sobre la persona de Don Chío Zubillaga Perera conversamos con Morón en 1987 para el Informativo Tricolor (990 khz). Al grabador nos dijo que se trataba de un excelente periodista.
Venido de Cuicas, estado Trujillo, su primera incursión en el periodismo ocurre en El Diario de Carora bajo la égida de su segundo director Antonio Herrera Oropeza y Don Chío Zubillaga Perera. Es el primer jalón en que demuestra su inmenso talento para la escritura periodística que lo avala en lo sucesivo en otros medios impresos y el libro. Zubillaga Perera tenía un olfato para percibir las facultades intelectuales de los jóvenes que se acercaban a su persona. Es así como a Morón lo orienta muy temprano por los senderos del periodismo, la historia y la educación.
Luego a los 18 años se desempeña como redactor y jefe de redacción de El Impulso. Al cargo llega por méritos evidenciado en los hechos y no la presunción del que dice saber. El periodismo lo asume como un humanismo por el tipo de trabajos y su indudable calidad a tono con su esmerada formación académica, entre éstas la rama de la cultura que estudió en España.
Eran los tiempos cuando la prensa en el país era el cuarto poder de la sociedad de acuerdo con la filosofía social que le asignó Inglaterra, la cuna de la democracia liberal. Aún no era el consagrado historiador, pero hizo sus primeras armas de ese oficio a partir de la palabra periodística con una finísima y contagiosa prosa construida con sentido de la amenidad por el énfasis en la brevedad. Se la tomaba muy en serio con su fuerza liberadora del hombre como parte de la información, conocimiento, cultura, historia y arte redentores.
En El Impulso, una de las fuentes que estimula con interés es la cultural. Entonces los periódicos acostumbraban publicar folletines literarios de poesía, narrativa y ensayo. Esas labores las desarrolla a lo largo de más de dos años. Ese cargo también lo desempeñaron en esos tiempos Eligio Macias Mujica y Francisco Cañizales Verde.
Posteriormente vendrá la presencia de su rúbrica en los periódicos: El Heraldo, El Nacional y en el Diario 2001 con una excelente columna de historia escrita con sencillez y didactismo. Las revistas Shell de la cual fue su director y El Amigo del Hogar. También destacó en el boletín especializado del Centro de Historia Larense.
En su ensayo “Conceptos de la Ciudad Baldía” reflexiona sobre periodismo, cultura y arte en los pueblos con especial referencia a Barquisimeto con su periódico centenario El Impulso. Cuando aborda la labor del periodismo lo hace así:
“Desde Caracas la perspectiva es diferente. Porque de vez en cuando un escritor hace una crónica. Muy bien escrita, muy bien pensada, con toda delicadeza de lenguaje. Luego se escribe una noticia en páginas para el interior acerca de la formación de una peña, de un grupo. Se abulta mucho la noticia. El escritor de marras sabe pensar solamente unos momentos. Pero no tiene sentido de la continuidad.”
Mientras que en la obra “La Voz del Común”, al referirse al trabajo periodístico de Cecilio Zubillaga Perera, resalta la naturaleza urgente del mismo a diferencia de la escritura literaria. El periodista condicionado por la exactitud, conocimiento de los hechos, el ahora y presencia en la fuente.
Es Guillermo Morón Montero (26-2-1926 – 19-11-2021) el periodista de oficio toda la vida.
Freddy Torrealba Z.