El mundo puede quedarse en cuestión de pocos años con la mitad del personal de enfermería con que cuenta actualmente, lo que empeoraría una situación que ya es crítica debido al déficit de seis millones de profesionales con el que empezó la pandemia de coronavirus, reveló el director ejecutivo del Consejo Internacional de Personal de Enfermería, Howard Catton.
El sector de la enfermería se enfrenta a una combinación nunca antes vista de riesgos, que van del agotamiento físico y mental, enfermedades, reclutamiento de enfermeras y enfermeros de países pobres por parte de países de mayores recursos y una ola de jubilaciones que está previsto ocurra en los próximos años.
De las 27 a 28.000.000 de profesionales de la enfermería registrados a nivel mundial, se calcula que 7.000.000 se jubilarán en pocos años y que del 1 % al 2% dejará la profesión por lo que los especialistas llaman “efecto covid”, que no es otra cosa que una mezcla de cansancio y de decepción ante el escaso reconocimiento recibido tras dos años salvando vidas de la pandemia.
Las informaciones recogidas por las asociaciones nacionales que integran el Consejo Internacional de Enfermeras indican -a partir del resultado de sondeos realizados entre sus miembros- que entre un 10 % y 15 % de enfermeras y enfermeros tienen la intención de dejar su empleo en los próximos seis a doce meses.
En ciertos países, ese porcentaje se dispara hasta un 20-30%, dijo Catton en una rueda de prensa en Ginebra, donde el Consejo tiene su sede.
La COVID-19 se ha llevado la vida de, al menos, 115.000 enfermeras y enfermeros, según cifras oficiales, y la aparición de la variante ómicron está hundiendo la moral del sector.
Destacó que todavía hay varios países, particularmente en África, donde apenas una cuarta parte de los profesionales de enfermería ha tenido acceso a la vacuna contra la covid-15.
“Tenemos una preocupación real de que en los próximos años esta situación se convierta en una crisis de la fuerza de trabajo en el sector de la sanidad”, advirtió Catton.
En estos últimos la tasa de profesionales con respecto al tamaño de la población es muy baja si se compara con la que tienen los países de ingresos altos, donde la demanda de este personal irá en aumento a medida que las sociedades seguirán envejeciendo.
Catton enfatizó que más allá de contratar más enfermeras, los ministerios de Sanidad deben tomar conciencia de la importancia de retener a estas profesionales, no solo atendiendo a sus demandas económicas, sino mostrando reconocimiento por su trabajo, ofreciéndoles seguridad y acompañamiento psicológico.