Con la anulación de las votaciones del 21 de noviembre para la gobernación de Barinas, mediante sentencia del Tribunal Supremo de Justicia; y La decisión de designar al excanciller y ministro de Industrias y Producción Nacional, Jorge Arreaza, para ser el candidato en el nuevo proceso electoral del 9 de enero de 2022 en esa entidad federal, toda la estrategia crítica que Nicolas Maduro se trazó en mejorar su imagen internacional, en las últimas semanas, la tiró al pipote de la basura.
Así lo considera Pedro Benitez, politólogo y profesor instructor de la Universidad Central de Venezuela, al ser entrevistado por Elimpulso.com.
Han sido maniobras burdas, recalca. Y todo lo ha hecho para no perder el estado Barinas, porque la ha convertido en una cuestión de honor y por eso está cometiendo una serie de tropelías.
Pero, todas estas barrabasadas son muy buenas para ser aprovechadas por la oposición, indica. Ahora es cuando tiene mucho qué ganar y nada qué perder.
Estima Benítez que a medida que cometa mayores arbitrariedades, no le será útil lo que haga el régimen a largo plazo, ya será muy grande la pérdida porque se debilitan sus mecanismos de control en función del objetivo final, como es perpetuarse en el poder.
En cuanto a los observadores internacionales que estuvieron, antes, durante y después del proceso electoral de noviembre, el régimen no les renovó la visa para estar presentes en el país, después que dieron a conocer opiniones en torno a esas votaciones. Fue un poco cortés.