La variante ómicron, conocida oficialmente como B.1.1.529, apareció en noviembre en varios países del sur de África. Desde su surgimiento varios países del mundo encendieron sus alarmas debido a la rapidez del contagio que superó a la variante Delta.
Ante la aparición de la variante, varios países impusieron prohibiciones de viajes con la esperanza de contener al virus.
Lo que se sabe hasta ahora es que B.1.1.529 presenta 32 mutaciones en la proteína Spike (también conocida como proteína de la espícula, la parte del coronavirus que le da su forma característica y clave para que el virus entre en las células humanas), mucho más que Beta y Delta combinadas.
Entre otras se encuentran: K417N, N440K, G446S, S477N, T478K, E484A, Q493K, G496S, Q498R, N501Y, Y505H. Algunas mutaciones nunca se han visto, otras son conocidas (las conocemos por variantes y estudios previos) y se han relacionado con la capacidad de una variante para ser más transmisible y escapar de la inmunidad administrada por vacunas. (La mayoría de las vacunas usan la proteína Spike como estrategia para activar el sistema inmunológico contra el Covid).
Sin embargo, afirman los científicos, que las mutaciones a menudo funcionan juntas, por lo que es imposible predecir lo que podría significar esta combinación en particular, según información de El País de España.
Entre los síntomas que presenta la nueva variante se encuentran: Dolor de cabeza, Molestia de garganta, Cansancio, Malestar general.
La OMS ha recomendado a los países que continúen implementando medidas efectivas de salud pública para reducir la circulación de COVID-19 en general, utilizando un análisis de riesgo y un enfoque basado en la ciencia. Deberían aumentar algunas capacidades médicas y de salud pública para gestionar un aumento de casos.
Mientras que a las personas se les recomienda mantener una distancia física de al menos 1 metro de los demás; usar una mascarilla protectora; abrir ventanas para mejorar la ventilación; evitar los espacios mal ventilados o llenos de gente; mantener las manos limpias; toser o estornudar con un codo o un pañuelo doblado; y vacunarse cuando sea su turno.
