El Mercado de las 100 Puertas fue la primera estructura diseñada para tal fin, pero a finales del Siglo XIX la actividad comercial se intensificó en el centro de Barquisimeto y como suele ocurrir, fue un personaje anónimo quien le dio nombre a ese sector.
Un carnicero que llegó de El Tocuyo y de quien el único registro que quedó es que se apellidaba Cuicas, instaló una venta de cochino frito en la calle Las Tres Torres con calle Bruzual, según la nomenclatura de aquella época (hoy calle 31 entre carreras 22 y 23). Este personaje, quien siempre tenía la ropa llena de grasa de cerdo, se hizo muy popular y todos comenzaron a llamar al matarife «El Manteco», lo cual sirvió de referencia para identificar a aquel lugar, siempre repleto de distribuidores que traían sus mercancías y comerciantes.
El crecimiento de la ciudad durante el Siglo XX obligó la construcción de nuevos espacios, entre ellos los modernos mercados municipales levantados en 1936 y entre los que por supuesto estuvo el mercado El Manteco, estructura que tomó el nombre que ya identificaba al sector.
Con le pasar de los años la actividad comercial se fue expandiendo y lo que en un principio abarcaba una calle, se expandió por manzanas enteras, lo cual incluso llegó a ser una molestia para los barquisimetanos en los años venideros.