Está incurriendo en un error garrafal el Banco Central de Venezuela al obligar a la banca nacional a comprarle los dólares, al tipo de cambio que está estableciendo, en el momento de la inyección de la moneda estadounidense.
Tal afirmación es hecha por el doctor Edgar Urbáez, profesional del Derecho, economista y docente universitario, quien sostiene que estas intervenciones lo que buscan es impedir que la banca negocie con sus clientes, especialmente medianos y grandes, los tipos de cambio a los cuales puede venderles las divisas.
Esa medida oficial no es conveniente porque en vez de ejercer un verdadero control cambiario, sencillamente favorece al mercado negro o mercado paralelo.
Si bien es cierto que las empresas que tienen dólares, venden al tipo de cambio que les ha establecido el BCV, al mismo tiempo almacenan esa moneda hasta que ese ente les permita negociar directamente con los particulares y al final, quien sale perjudicado es el consumidor final.
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Están ocurriendo hechos que demuestran la inefectividad del procedimiento monetario cuando algunos empresarios y comerciantes, una vez renovados sus inventarios total o parcial, después, para adquirir materia prima y productos terminados en el exterior, necesariamente tienen que comprar los dólares en el mercado paralelo, pues el BCV carece de la fortaleza financiera, no dispone de suficiente dinero estadounidense y sus reservas operativas muy exiguas.
De esta forma, los beneficiarios son aquellas personas pudientes que tiene los dólares guardados y que los siguen acumulando, porque con esta medida tratan de comprar el máximo hasta que haya una medida de liberación en la que puedan negociar con los particulares, pues, debido a la inflación que se está viviendo en Venezuela, el tipo de cambio se irá arriba y al final quien sale pagando, como ya dijimos, es el consumidor.
En sus declaraciones a Elimpulso.com, el doctor Urbáez manifestó que las intervenciones que se han producido este año no es una política recurrente del BCV y no tienen el efecto esperado por el ente en el tipo de cambio a que se vende la divisa, porque la demanda es muy grande para traer productos terminados, materia prima, equipos y demás artículos que se requieran. Además es muy poca cantidad 50 millones de dólares, que es lo máximo que puede inyectar el BCV a la banca.
Mientras no haya políticas referidas a la producción de bienes y servicios, de manera gradual, y operatividad de los sectores adecuados en el momento, la inflación va a seguir creciendo. Los precios de los productos y mucho más en ésta época navideña van a seguir aumentando porque el gobierno no tiene la fortaleza financiera para atajar el crecimiento del tipo de cambio.
Estas son intervenciones esporádicas que hace el BCV y las conoce muy bien los empresarios grandes, pero no los pequeños.
Como las empresas están operando a menos del 30% de su capacidad instalada y por lo tanto la demanda es tan grande, inevitablemente, se hace necesario importar para vender dentro del país.
Es cierto que las grandes empresas tienen como aguantar, pero no las medianas y pequeñas, muchas de las cuales tienen que cerrar, máxime cuando la pandemia ha atentado contra ellas por las cuarentenas impuestas como medidas de precaución para los trabajadores.
Definitivamente, la política del gobierno a través del Banco Central lo que hace es facilitarle sus operaciones al mercado negro o paralelo y al final el BCV no puede ejercer el control, aparte de que el gobierno lo ha convertido en un banco más del sistema financiero nacional, resaltó el doctor Urbáez.
Ahorita no tiene capacidad de controlar el tipo de cambio a través de estas intervenciones esporádicas que está realizando.
