(El dialecto y un toque de jerga)
La Biblia, el best -seller insuperable, es el libro receptor del mayor número de traducciones entre realizaciones a la totalidad del texto, al Nuevo Testamento y otras traducciones parciales a fragmentos diversos.
Ha sido objeto de traducción en forma completa a 717 idiomas, según afirma “Ethmologie“, El Nuevo Testamento se lee en 1582 lenguas diferentes, y traducciones parciales de secciones del libro sagrado existen en 1196 lenguajes adicionales. El resultado de semejante aluvión es que ciudadanos hablantes de 3.495 (tres mil cuatrocientos noventa y cinco) idiomas distintos, leen textos bíblicos en su lengua nativa.
Ningún otro texto escrito, desde la aparición en Maguncia de la máquina impresora de caracteres móviles, ha llegado al 10% del número de versiones bíblicas, creando Johann Gutemberg la tipografía con su imprenta, cuyo trabajo inaugural fue precisamente la Biblia. De paso me detendré en este suceso para un comentario adicional al tema de los lenguajes bíblicos.
Gutemberg perfecciona su máquina impresora fundiendo los tipos en metal, eludiendo la inmediata destrucción de los caracteres en arcilla (Roma) o en cerámica (China). Se establece en Maguncia en 1445 y realiza su trabajo inaugural con la Biblia de 42 líneas, como se le conoce entre los especialistas, publicada en 1455. Un poco menos de dos años antes, el 26 de Mayo de 1453, se había iniciado el derrumbe del Imperio Bizantino (Romano de Oriente) al caer Constantinopla invadida por los turcos.
La inmediata decadencia del poder romano tras los esfuerzos turcos por obtener el dominio de las puertas y rutas al vasto continente asiático es el suceso histórico que baja el telón al ciclo de la prolongada edad media y da paso a la era moderna avanzando con gran dinamismo de nuevos conceptos y paradigmas científicos y culturales; léase Copérnico, Kepler; el florecer artístico del llamado renacimiento y otras consecuencias menos evidentes a la vista pero de gran significado. La creación de estímulos a la exploración de nuevas rutas al oriente que conduce al encuentro de un nuevo continente, hallazgo al que se llamó el descubrimiento de América, y multiplicó oficialmente la superficie de las tierras emergidas además de enriquecer vastas dimensiones de la cultura humana eon los acervos y anales de los diversos pueblos indígenas de América, las nuevas especies vegetales y animales (el cacao, la papa, el tomate, el pavo doméstico) ampliando cocina e ingesta de Europa a niveles de salvar hambrunas (la sencilla patata/Francia y Centro Europa).
Agréguese la elevada profusión de metales nobles que exacerbó la codicia y ambición de los visitantes hasta el borde de la enajenación mental. Una última consecuencia de orden socio-político, surgiendo de la vertiente religiosa, es la fuerte mella sufrida por la cristiandad, dado el empoderamiento musulmán de la vasta región dominada por el nuevo imperio otomano.
En semejante revolcón histórico de cambios tan profundos, casi pasa inadvertida una de las invenciones de mayor trascendencia y significación en la evolución y desarrollo de la cultura, el saber y el conocimiento atesorado por la humanidad: La imprenta de tipos móviles de Gutemberg, que da lugar al nacimiento de un nuevo instrumento para la recolección, transmisión, difusión y multiplicación del saber acumulado: El libro impreso tipográficamente. Hasta entonces, saber y conocimiento eran monopolio exclusivo de las iglesias y el alto sacerdocio respectivo. El libro fractura ese monopolio hasta romperlo. Surge un nuevo dueño, las Academias, pero gracias a la masificación y difusión de las fuentes por medio del Libro, es imposible lograr la magnitud posesiva anterior ejercida por las Iglesias.
No ha existido poder inmune a la ambición de la absolutidad. El mismo instrumento que arrebató el saber al monopolio eclesial, impide a las academias el mismo grado de regencia monopólica. Cómo obtener un grado de control del conocimiento que satisfaga los intereses hegemónicos del nuevo poseedor del tesoro. Piensa, analiza, estudia y repiensa hasta encontrar una solución infernalmente protocolar y estructurada por niveles de sacralización cuyos nudos de mayor peso son: La certificación, las publicaciones de “trabajos” en revistas científicas cuyos protocolos de aceptación para edición incluyen no menos de 15 a 20 filtros y optar a publicación con protocolo adicional, esta vez de renuncias de derechos. Otros dos nudos infaltables son el ranqin individual y la hoja de vida o curriculum vitae.
Volvamos a La Biblia. Sus textos manuscritos más antiguos están escritos en arameo, idioma nativo del nazareno de Galilea, el hebreo y el griego helénico. El texto bíblico más antiguo conocido, es un manuscrito a ocho columnas en doble página de 33,5 centímetros de ancho por 37,5 de alto. Data del siglo IV de la era cristiana y fue descubierto en 1844 en el Monasterio de Santa Catalina, al pie del Sinaí, en Egipto; una pequeña isla cristiana en uno de los mares de Alá, el misericordioso.
A la fecha está repartido entre varias instituciones en Europa. 347 hojas, la mayor parte, en la Biblioteca Británica en Londres. Doce (12) hojas y 14 fragmentos en el Monasterio de Santa Catalina, donde fue encontrado el legajo. La biblioteca de la Universidad de Leipzig en Alemania, resguarda 43 hojas. Fragmentos de tres (3) hojas, están en la Biblioteca Nacional Rusa de San Petersburgo. Se encuentra en preparación la reunión virtual de todo el manuscrito para exposición pública.
Además del hablar reglamentado y ordenado estructuralmente por una gramática particular que normaliza su uso y escritura correcta, su ortografía y formas sintácticas correspondientes, que solo conocen y dominan cabalmente unos seis o siete ratones de biblioteca, la gran mayoría ignora e irrespeta hablando como se les ocurre al momento, inventando modismos y apocopes o mezclando fonemas para mostrarse cada quien con la máxima intensidad original y la pretensión de superar al sombrerero loco de Lewis Carroll….”mis palabras significan lo que a mi me da la gana”.
Existen así en los idiomas, las formas dialectales, hablas coloquiales diversas a las que se suman las jergas, todas conviviendo con la lengua formal y ésta tratando de ,evitar los errores propiciados por la natural convivencia de semejante revoltillo de fablas, similares en su propósito, diferentes en sus formas de expresión. Finalmente recordamos al bien amado Carl Gustav Jung, diciéndonos que el conocimiento es posible no solo por la verdad sino también por el error.
Cerraremos este breve paseo por las rutas del hablar con algunas muestras de “lunfardo” jerga porteño-argentina que dio a conocer el tango malevo. Los ejemplos a usar provienen de “Tangos que cantó Gardel”. Edición pirata sin crédito alguno, fecha ni localidad.
“Sola, fané, descangayada…esta noche…me mamo ¡bien mamo¡”
”Percanta que me anuraste …hijo malevo, tristón y canyengue…de mina primera que vestía percal…
“Cuando … te fiche un bacnazo, vos hacete la chitrula y no te le deschavéz…
“Tu presencia de bacana…los morlacs del otario…y el bacan que te acamala…
Chao, pescaó…
Pedro J. Lozada