Dedicado al gobernador margariteño electo Prof. Morel Rodríguez Ávila
Amanecerá y Veremos…
Refrán popular
La educación es la menos cara de las defensas de un país
Edmund Burke
En la casa somos solamente dos. Mamá y yo. Ella padece de dificultad cognitiva y yo, de la travesura postelectoral. Después de los sufragios insulares el paisaje varió pero sin cambiar verdaderamente la floresta. La perspectiva vislumbrada se nota en la sacudida habitual, pues la campiña local permanece roja rojita. Lo increíble es que los votos definitivos del evento comicial pueden no reflejar la situación cierta del país. Aunque matemáticos oficiales, estadistas poco severos y directores de empresa de opinión sesgadas publican cifras y afirman la tendencia socialista, lo que en sí, como ya dijimos, no es del todo cierta, si consideramos la abstención y el total de votos conseguidos por la oposición, sumando la MUD y las alianzas opositoras. Y eso sin contar los votos de los 5 a 6 millones de migrantes que no eligieron y debieron haberlo hecho. De manera que la abstención real estaría cerca del 70 por ciento o más. La moraleja es que unidos arrasamos, pero desunidos, aun ganando, vamos perdiendo.
La suspicacia humana tiene su mente propia. La razón es porque la naturaleza de la política actual es caprichosa. Lo ha sido y lo seguirá siendo. Lo real estará por verse cuando los neo-gobernantes y repitientes, que no son pocos, tomen sus cargos y empiece el joropo de nuevo. En la isla, ciertos sectores hablan de un futuro mejor en manos del nuevo timonel del estado neoespartano. Y en ello, nos sumamos mamá y yo. Aunque ella añade más a la risa y la vianda que recibe que a lo que pasa fuera de su mundo que quién sabe si por buena fortuna no se entera del desastre en que vamos inmersos casi todos. La pobreza del país es mayor de 96 por cierto a nivel nacional. Menuda locura nada republicana.
Entre otras medidas que deben tomarse, está la recuperación de infraestructuras de la educación formal que se ha venido al suelo, entre otras cosas, por la rapiña de escuelas y el abandono del mantenimiento de planteles causando estragos operativos y materiales, y ni mencionar al profesor, que mal pagado, desapareció del escenario dejando a la intemperie a la gran mayoría del universo estudiantil local.
No hay que ser muy listo para ver la gravedad, y la enorme e impostergable tarea de recuperar escuelas y universidades además del status académico que poseyeron apenas un par de lustros atrás las instituciones educativas, y que se perdieron por ésta gran migración de docentes de todas las disciplinas y a todo nivel.
Hasta los menos capaces están al corriente que para prosperar y salir de la situación actual antipedagógica es urgente que el escenario, por lo que implica, no debería postergarse por la situación económica ardua. Es momento de la reinvención e involucrar a los sectores públicos y privados en los procesos de desembolso y reparación del estamento educacional, más allá de presupuestos locales.
Incluso se establece el financiamiento en las áreas prioritarias por compromiso social y de cultura, ambiente y deporte por sectores público y privado, a la ciencia y a la educación en el Art. 110 de la constitución y en el Art.107 se resaltan los méritos de la Educación Ambiental, EA, que no hay que descuidar, por escenarios de salud pública e higiene ambiental, en tiempos de pandemias.
La educacion ambiental es con mucho la principal herramienta de apoyo gemela a la educación magisterial y es hecho indiscutible los beneficios que permite a corto, largo y mediano plazo al sector formativo en su conjunto. En las últimas décadas, estudios, manuales, universidades, cátedras y aportes de la ONU y sus agencias, ratifican la directriz ambiciosa y esperanzadora de alcanzar el cambio integral en la sociedad sobre el problema del ambiente. La educación ambiental adjetivada y sustentable, son las más modernas y necesarias de las educaciones del nuevo siglo.
La EA para la sostenibilidad, como instrumento pedagógico, implica 5 dimensiones conexas y autónomas. La educativa, la ambiental, la social, la económica y la política, está ultima es quien tiene el peso en los arbitrajes políticos, aunque no es la encargada de los intríngulis afiliados al aprendizaje y enseñanza ambiental.
La educación ambiental es un área imprescindible, según los mejores especialistas del problema ambiental del planeta como son UNESCO, PNUMA, PNUD, FAO, UICN, entre tantas otras instituciones internacionales de inmanencia ambiental, debido a la contaminación de la litosfera, atmosfera, hidrosfera y biosfera, de la pérdida de hábitat y de la biodiversidad y finalmente producto del cambio climático por emisiones desmedidas de gases invernadero derivada de actividades antropogénicas. Lo complejo de las interrelaciones de la naturaleza, han hecho estudiarla a fondo, a veces desde puntos de vista opuestos, pero que realmente son complementarios. Por eso, un moderno rumbo de la educación ambiental alienta un desarrollo sustentable o sostenible.
El desarrollo sostenible, en términos simples, es el modelo productivo que busca garantizar con eficiencia los recursos naturales a través del tiempo, para el sustento seguro de las generaciones por venir. El concepto a todas luces, es progresista y persigue un anhelo en países en vías de desarrollo pues es factor esencial en la erradicación de la pobreza.
En la Educación Formal el DS se vale de varias facetas que lo hacen atractivo por sus dotes en cuanto a que genera riquezas al preparar sociedades empáticas con el espacio natural para ocupar áreas urbanas con la menor huella ecológica posible en los ecosistemas invadidos por desarrollos urbanos y por el crecimiento demográfico expansivo de ciudades forjando un capital significativo protector en recursos naturales y por tanto, evitando gastos redundantes a futuro a través de procesos de conservación, mejoramiento, y protección del ambiente y promoviendo además el desarrollo sostenido, sustentable o sustentado en la población mundial.
Otras de las fases atrayentes del sistema educativo formal es la incorporación en el currículo de las Líneas Transversales, entre las cuales se encuentra la Educación Ambiental (EA). La inclusión de contenidos transversales se justifica, entre otros motivos, por la necesidad de coligar la vivencia de los estudiantes con sus experiencias escolares mediante la introducción en los currículos de una serie de temas que están «vivos» en la sociedad y que por su importancia y trascendencia, en el presente y en el futuro, requieren una respuesta educativa. A pesar que las LT se presentan separadas, son convergentes y sirven de modelo de una educación integral centrada en valores que vinculan con una base ética, tanto a nivel poblacional como personal, resultando fundamental para un proyecto de sociedad más autónoma y sosegada y más respetuosa hacia la persona, y también hacia la misma naturaleza, que constituye el entorno de las sociedades humanas.
La integración de la EA en el currículo desde la transversalidad requiere elaborar una perspectiva que considere lo ambiental como principio didáctico, tanto como una dimensión que debe estar presente en la toma de decisiones respecto a cualquier elemento curricular. Pretende incorporar al currículo, una serie de contenidos de enseñanza no contemplados en exclusividad por diversas disciplinas académicas que pueden estar asociados a todas (o a muchas de ellas), como es el caso de la EA adjetivada.
El desarrollo de la EA implica contemplar síntesis científicas, tecnológicas y éticas. Los primeros nos ayudarán a comprender los fenómenos y buscar soluciones a los problemas, mientras los segundos nos permitirán realizar una gestión correcta del ambiente, aun cuando no conozcamos científicamente todas las relaciones causa-efecto que producimos. Y para ello han de entrar en juego posicionamientos éticos que llevan valores como equidad, solidaridad, cooperación, responsabilidad en el uso de los recursos y el respeto por la diversidad biológica y cultural.
La reforma del comportamiento que se pretende, necesita un ambiente educativo en el medio escolar y extra escolar, que bien podemos llamar Escuela Ecológica. Se trata de hacer del medio escolar, un ejemplo de lo que podría ser un medio ambiente, de la manera que sería útil proteger, mejorar y sanear para crear al final, las generaciones de ciudadanos conscientes de su medio ambiente» (UNESCO-PNUMA dixit).
Hacer consciente a la comunidad educativa de la idea es básico para conseguir, en y desde el centro educativo, actuaciones más respetuosas del medio ambiente. Así, el centro será un importante recurso para la educación ambiental, a la vez que un campo de acción privilegiado para ponerla en práctica.
En este particular existen varias ONG ambiental, haciendo vida en isla de Margarita, implementando cursos-taller EA en escuelas de educacion primaria y secundaria como por ejemplo Funda BIDA, Bioconsult, Bionatura, Rescate ambiental y muchas otras. Producto del contagio, se reinventaron cursos amigables para otros cuerpos como, policías, bomberos, empresas, comercios, clínicas, hospitales, centros comerciales, universidades corporativas, museos, casa de cultura, comunidades entre otros. En resumen la EA, es la mejor y más eficiente vacuna contra el virus de la incultura, el único mal que se cura solo transmitiendo buena Enseñanza, incluyendo en la trinchera de la acción social, la Educación Ambiental. La mejor medida preventiva de bioseguridad universal.
Prof. Marco A. Faillace C.