El grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que estudia la última evolución del SARS-CoV-2 dijo este domingo que hasta el momento no hay indicios de que la nueva variante ómicron del coronavirus provoque más casos graves de COVID-19 o con síntomas diferentes a los de cepas anteriores.
Aunque la tasa de hospitalizaciones por COVID-19 ha aumentado en los últimos días en Sudáfrica, el país donde se detectó primero la variante, «ello podría ser resultado de un aumento general de los infectados, y no sólo de contagios específicos con la variante ómicron», señalaron los expertos en un comunicado.
Además, muchas de las primeras infecciones por ómicron reportadas son de estudiantes universitarios, «jóvenes que tienden a sufrir formas más moderadas de la enfermedad», destacaron los miembros del Grupo Asesor de Expertos en la Evolución de Virus de la OMS.
Agregaron que comprender el nivel de gravedad de la variante ómicron podrá tardar varios días o semanas.
De igual forma expresaron que la variante parece aumentar el riesgo de reinfección (la posibilidad de que una persona que ya ha tenido previamente COVID-19 vuelva a contraer la enfermedad), pero que «todavía no está más claro si es más contagiosa» en otros casos.
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Sobre la respuesta de los tratamientos anticovid, los científicos señalaron que los corticoesteroides y los antagonistas de interleucina-6 (IL6) parecen seguir siendo eficaces en pacientes graves, mientras que no hay conclusiones todavía sobre la respuesta de las vacunas existentes a la variante ómicron.