Esta ave no tiene colores muy llamativos per su plumaje es impecable. Sobre su cabeza lleva una corona blanca y una cresta negra.
Los jóvenes se diferencian de los adultos principalmente por la ausencia de rojo alrededor del ojo y menor cantidad de tonalidades y bandas de colores en las plumas.
Las diferencias entre macho y hembra no son detectables a simple vista, aunque las hembras son un poco más pequeñas que los machos.
Como herramienta de combate tiene debajo de sus alas unas pequeñas prolongaciones óseas de color rojo, llamadas espolones, que usa en los vuelos rasantes que realiza para amedrentar a sus enemigos o cuando combate contra aves rapaces.
Es muy astuto para con el cuidado de su nido, pues ante la presencia de un intruso teatraliza la situación echándose como si estuviera empollando, pero en otro lado, para que el visitante se dirija hacia él.
En algunas ocasiones hace vuelos cortos alejándose de su nido con la apariencia de no poder volar bien, como si estuviera herido, repitiéndolo varias veces cada vez más lejos hasta que pase el peligro.
Vocaliza fuertemente como alarma y durante el vuelo. Puede volar y alimentarse durante la noche.
Es de aleteo fuerte y lento, practica vuelos cortos y planeos. Se puede observar en las sabanas, pastizales y áreas enmontadas.
Ha sido inspiración de autores para canciones y poemas del folklore nacional como “Alcaraván compañero que vives llorando amores” o “Allá en mi pueblo cuando pasa un alcaraván”.
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