En estas elecciones regionales se cumplieron los pronósticos, que se habían hecho en cómo iba a quedar el mapa electoral del país, si la oposición no era capaz de presentar candidatos únicos en todas las circunscripciones a gobernadores, alcaldías, diputaciones y concejalías.
Al hacer tal declaración, el doctor Rafael Simón Jiménez, exdiputado, exrector del Consejo Nacional Electoral, historiador, docente universitario y analista político, afirma que la oposición cayó en su propio juego.
En estados muy importantes, como Lara, Táchira y Barinas, por nombrar los más emblemáticos en donde el chavismo sale vapuleado pero logra mantenerse gracias a la división de la oposición, la culpa, como dijo un presidente venezolano hace mucho tiempo, no era del payaso si el maromero se cae.
No están electos esos gobernadores chavistas con los votos del chavismo, sino gracias a la división deliberada de los factores de oposición.
En numerosas oportunidades, nosotros dijimos que había que escoger los mejores candidatos, recordó. Que así fueran grandes las diferencias entre los distintos factores opositores, lo que había que ver en cada estado y municipios era escoger al candidato que tuviera las mayores posibilidades y gozaba de la preferencia de los electores. Si eso se hubiera cumplido, el mapa electoral sería mucho más equilibrado.
Sin embargo, hace falta una lectura más detallada de los acontecimientos del domingo, porque en diversos estados sí se alcanzaron victorias opositoras en las alcaldías.
En todo caso, lo importante es resaltar que se había advertido previamente que si la división, la atomización, la confrontación entre los factores de oposición se mantenía, el gobierno iba a obtener una inmerecida victoria.
Y el factor que se debe analizar también son las altas tasas de abstención, que ronda el 40 por ciento en procesos que están muy cerca al ciudadano porque son sus autoridades más próximas.
El gobierno tiene dos aliados electorales: la abstención y la división de los factores que lo adversan.
Hay que entender que la abstención es un asunto muy complejo, porque no es un llamado deliberado de un sector, sino porque es la pérdida de confianza en el sistema electoral y algunas otras causas que ameritan ser estudiadas.
Para el doctor Jiménez los resultados del domingo no son determinantes para acabar con el diálogo, sino todo lo contrario, porque Nicolás Maduro necesita quitarse las sanciones y no lo va a lograr por el simple deseo, sino porque requiere de conversar con la oposición.
Y por otra parte, la oposición debe comprender que requiere revisarse y, al mismo tiempo, la sociedad civil puede mantener su propósito de lograr el cambio que requiere el país, mediante el revocatorio presidencial, porque es un derecho que le otorga la Constitución.