El mono araña norteño es reconocible por su delgada anatomía y principalmente por su cola y sus patas, que les permiten balancearse de rama en rama con suma agilidad.
Es grande si se les compara con otros primates americanos. Por lo general, las hembras son un poco más pequeñas que los machos.
Su pelaje es largo y lacio. Es de un marrón a marrón grisáceo en la región dorsal y marrón claro a marrón amarillento y beige en la zona ventral. Cola larga y prensil, así como piernas y brazos alargados con manos sin pulgar.
La cola es delgada y alargada; supera incluso la longitud del cuerpo al registrar una medida de hasta 89 centímetros. Es prensil, ya que con ella pueden sujetarse a las ramas de los árboles.
La dieta de este mono es básicamente herbívora, frutas, nueces y hojas, pero pueden consumir huevos de aves, insectos, arañas, corteza de árboles y miel.
Gracias a su consumo de frutos se les considera importantes dispersores de semillas en su hábitat, puesto que estas regresan al suelo al ser excretadas por los monos, después de lo cual pueden germinar.
Es un animal muy sociable y acostumbran vivir en grupos de más de 20 individuos, si bien pueden ser hasta 40. Esto no significa que siempre están juntos. Es común que durante el día el grupo se separe en grupos más pequeños para buscar alimento, y que en la noche se dividan para descansar.
Se comunican mediante vocalizaciones y posturas corporales. Las vocalizaciones más usuales son gritos, gruñidos y sonidos muy parecidos a los ladridos de los perros; estos últimos se usan cuando avistan una amenaza.
Desgraciadamente está peligro de extinción debido a la destrucción y fragmentación de su hábitat por deforestación para usos agrícolas es su principal y mayor amenaza.