Adolfo Hitler fue militar activo durante la Primera Guerra Mundial y su más alto rango fue el de cabo. Odiaba a los judíos porque muchos de ellos pertenecían a la clase alta alemana e incidían en la economía de ese país.
Al culminar la guerra en 1918, deja el ejército y se dedica a la política. Milita en el Partido Obrero Alemán en 1919, allí expresa su resentimiento social y se convierte en un destacado e influyente orador. Posteriormente se convierte en el líder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Nazi.
Inicia así su desmedida sed de poder basada en el odio y el resentimiento. El 8 de noviembre de 1923 intenta dar un golpe de estado en Munich, Alemania. Adolfo Hitler es apresado luego de aquella intentona golpista y condenado a prisión, pero fue indultado de su condena de cinco años y solo pagó 8 meses en una cárcel de mínima seguridad.
Durante su corta estadía en la prisión escribió su famoso libro «Mein Kampf», donde hace un compendio de su retorcida ideología, que pronto muchos alemanes seguirán.
Sale de la cárcel y retoma la actividad política en un país devastado económicamente en el cual reinaba el desempleo y bajo la promesa de reactivar la economía y acabar con el hambre y la pobreza, se gana al pueblo.
El ascenso del partido Nazi es cada vez mayor en Alemania. Adolfo Hitler entiende que la manera de llegar a el poder es por la vía electoral y gana las elecciones que lo llevan al poder el 30 de enero de 1933, noticia que fue publicada por El Impulso el 1 de febrero de 1933 y así inició el sátrapa su reinado de terror que derivó en la II Guerra Mundial.