#OPINIÓN El Coronel Narciso #10Nov

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Se puede referir a sus estudios, pero no dice que obtuvo títulos fraudulentamente, habla de su formación o  cómo llegó a ser tan grande, tan magnífico y grandioso como se cree. Pero no dice que le impidieron graduarse de General porque tiene múltiples expedientes por corrupción y criminalidad. No pudo ascender, se quedó como Coronel, y de allí en adelante prosiguió su carrera de parásito.

Como hemos venido analizando la personalidad antisocial del Coronel psicópata narcisista, en esta entrega analizaremos su arista narcisista. Recuerden que todo psicópata es narcisista y este Coronel es la más morbosa representación de un narcisista.   

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Por otra parte es necesario que sepan que el narcisismo es la admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma, por su aspecto físico o por sus dotes o cualidades.  El narcisismo se puede manifestar de forma patológica como es el caso del Trastorno de la Personalidad Narcisista, que se caracteriza por un patrón de larga duración de grandiosidad  donde exagera sus logros y talentos, una constante necesidad de admiración y, por lo general, una falta total de empatía hacia los demás. El narcisismo es la complacencia excesiva en la consideración de las facultades propias. El término alude al personaje mitológico Narciso, enamorado de sí mismo que se ahogó al intentar besar su imagen reflejada en un estanque. Tal cual este Coronel Narciso que siente una complacencia absorta en sí mismo.  

Entremos pues a analizar el trastorno de la personalidad del Coronel Narciso. El Coronel es un narcisista patológico y no nos enseña su verdadera cara sino que lo que vemos de él son unas máscaras que en realidad son mecanismos de manipulación utilizados para ocultar tanto sus intenciones así como su verdadera condición.  No quiere aparecer ante los demás como petulante o arrogante,  por eso lo oculta detrás de tales mecanismos. Esto a veces resulta eficaz y termina confundiendo a quienes están a su lado.

En primer lugar el Coronel narcisista  se cree  superior a todos.  Es como todo narcisista patológico, arrogante y prepotente  y no lo es por casualidad sino que está convencido de que es único y especial, dueño  y señor  de una existencia maravillosa que está muy lejos de la que los demás podrían siquiera imaginarse.  

Este concepto grandioso de su personalidad y de su vida le lleva a pensar que no se puede relacionar con cualquiera, que debe buscar personas de su categoría, de ahí que la mayoría de las personas significan muy poco para él. A veces para despistar se relaciona muy insignificantemente con gente que califica de muy inferior  a él. Como el caso de Sussana, tal como lo comenta en privado  de ella el narcisista,  « a ese tipo de gente hay que usarla».  O el caso de Jack’s, un sujeto que siente éxtasis cuando el Coronel Narciso lo medio saluda o cuando le sirve de sapo intrigante o cuando le asigna tareas cerca de él,  Jack’s  está fascinado y como si fuera una fémina al igual que Sussana  experimenta en su erotopatía clímax de fruiciones ilícitas. Les gusta ser sodomizados,  como lame suelas o lacayos y asumen ser sus monos voladores.

Curiosamente el Narciso Coronel  es consciente de sus defectos e incluso sabe que exagera sus capacidades muy por encima de la realidad, por eso necesita con urgencia ser admirado constantemente. Lo malo es que en su afán por sobresalir exagera sus logros hasta un límite tan elevado que se convierte en persona irritable y morbosamente competitiva. Para sí mismo, él  es el  único que consigue triunfos en la vida, los demás no están a su altura y se fija en lo negativo de las personas a su alrededor para destacar o sobresalir por comparación con todas ellas, porque según su descompuesta personalidad él es el mejor.   También piensa que sus experiencias  tienen más valor que las de los demás y siente que debe constituir el ejemplo para aquellos que le rodean, pero  no lo hace por dar consejos sino para ser el centro de atención. Se refiere a la gente que le ha servido o que le sirve, con anatemas.

Este excesivo afán de protagonismo del Coronel narcisista, el Coronel Narciso provoca que sus relaciones sociales se deterioren y necesita nuevos contactos que le admiren, aunque con el tiempo modula el discurso consciente de que genera rechazo.  Pero mientras goce de subordinados o gente que le rinda pleitesía él llena su egolatría enfermiza.

En segundo lugar este Coronel narcisista no escucha. Él busca incansablemente que lo admiren. El mundo de este Coronel narcisista es pequeño, se limita a lo que él piensa y hace, en su cabeza sólo caben ecos de sus propios pensamientos, no escucha a los demás porque no le importa nada ni nadie. La avidez de admiración le lleva a creer que todo en su vida es excepcional, no existen hechos normales,  su existencia es maravillosa está plagada de triunfos y de notoriedad,  solo escucha cuando habla de él.  Le gusta oírse hablando de forma engolada o altanera.

En estos momentos el Coronel narcisista podría entrar en éxtasis de la emoción que siente cuando escucha su propio discurso. O lo que es lo mismo, experimentar sobre si y para sí  en su erotopatía clímax de fruiciones ilícitas. Por ello necesita de una audiencia fiel. El Coronel narcisista no escucha,  pero le encanta tener una sumisa audiencia a sus peroratas, entre los temas de los que le gusta hablar siempre están los asuntos morales – pero para engañar, para distraer porque él no respeta la norma moral – . Le  encanta dar largas charlas en las que dictamina lo que está bien y lo que está mal,  lo que es correcto y lo que es incorrecto para los demás – pero nunca para él, pues siempre tiene planes ocultos y siniestros-.

En tercer lugar es mentiroso,  la mentira es uno de los andamios en los que construye su personalidad el Coronel narcisista. Y sus historias siempre son lejanas, difíciles de confirmar dado que su superioridad es una construcción artificial  que necesita sostenerla con hechos y acontecimientos que en realidad son falsos. El  Coronel  narcisista no duda en crear toda una serie de historias en las que mezcla  la realidad con las más inverosímiles mentiras,  tiene la habilidad de darle la consistencia que las hace pasar por ciertas, dice sus mentiras con tanta contundencia y aplomo que la mayoría de las personas muchas veces terminamos creyéndolas. Crea historias enormemente elaboradas y confusas en la que es imposible distinguir la verdad de la mentira y en la que él inevitablemente aparece como destacado protagonista.

Se puede referir a sus estudios, pero no dice que obtuvo títulos fraudulentamente, habla de su formación o  cómo llegó a ser tan grande, tan magnífico y grandioso como se cree. Pero no dice que le impidieron graduarse de General porque tiene múltiples expedientes por corrupción y criminalidad. No pudo ascender, se quedó como Coronel, y de allí en adelante prosiguió su carrera de parásito.

En cuarto lugar el Coronel psicópata  es envidioso, con  su arrogancia y su altivez de narcisista pudiera dar a entender que está por encima de las pasiones humanas,  sin embargo en sus relaciones personales y sociales impera la envidia, tanto la que siente por los éxitos ajenos como por la que cree que los demás sienten por sus logros. Como su superioridad en realidad es fingida el  Coronel narcisista no deja de apreciar las cualidades que tienen aquellos que le rodean y que le gustaría que fueran propias , esto provoca su desprecio y su afán de descalificar precisamente esas cualidades que los demás poseen y de las que él carece,  pero el Coronel narcisista no envidia sólo las cualidades de aquellos que le admiran sino también de aquellos a los que él admira y con los que le gusta codearse para aparecer a su nivel,  de modo que envidia el dinero del rico,  la locuacidad del político,  la abnegación del misionero, los talentos de otro profesional que él no es, o la laboriosidad del empresario.

En quinto lugar el Coronel Narciso o narcisista es fantasioso.  Formarse una realidad paralela también es uno de los rasgos identificativos de este Coronel psicópata narcisista. La mayor parte del tiempo no vive en la realidad, sus conceptos erróneos sobre sus capacidades lo introducen en un mundo de fantasías y de poder sobre los demás. Por ejemplo está convencido que si él  regentara una empresa, entonces los empleados son sus verdaderos esclavos que están obligados a rendirle pleitesía y sumisión  y lo peor del caso es que consigue gente con muy baja autoestima que le sirve como idiota. Como el caso del embelesamiento adulterino de Sussana. Son todas unas analfabetas espirituales. Pero donde haya terreno para la corrupción allí está el Narciso operando. No olvidemos que Sussana sufre del síndrome de hibristofilia en el que se enamora de delincuentes, le gustan las relaciones adúlteras donde su amante sea un delincuente, ella se siente morbosamente y demoniacamente enamorada del  Coronel Narciso.  Ella por  Narciso, desafía cualquier hervidero, cualquier calderón.

Las personas narcisistas como este Coronel, sólo pueden alcanzar el objetivo con una imaginación desbordada suelen mentir. Un clásico es que te habla  de cosas lejanas que nunca podrás comprobar,  pero cuanto más se engaña a sí mismo más se lo cree, con su fantasía ilimitada maximiza y rentabiliza lo bueno que en buena parte se ha atribuido de otros;   por supuesto no les hagas caso si te echa la culpa cuando todas esas fantasías se desvanecen ya que en la vida del  Coronel narcisista el fracaso siempre pertenece al mundo de los otros , nunca te va a decir que no pudo graduarse de General por los múltiples expedientes en su contra por corrupto y criminal . Y que no le ha quedado de otra que proseguir su vida de parásito.

En sexto lugar es egoísta, el Coronel Narciso o narcisista es egocéntrico,  si alguien cercano a él está pasando un mal momento no le hará el mínimo caso, pero cuando él se siente mal entonces si busca que los demás le brinden apoyo.  Su problema es que al pretender situarse en el centro de gravedad de sus relaciones está despojado de empatía y eso le impide ponerse en el lugar de los otros,  pero suele ser muy vulnerable.  Lo que pasa es que el Coronel  narcisista siente la necesidad de esconder sus defectos a toda costa y convierte su inseguridad en una falsa fortaleza cuyo objetivo es que nadie pueda hacerle daño y  para conseguir no mostrar su vulnerabilidad hará todo lo que sea necesario como hablar excesivamente, reconducir las conversaciones menospreciar a los demás,  señalar los defectos de otros,  todo con tal de no mostrarse débil tal como es.

En séptimo lugar el Coronel narcisista es arrogante. Es neuróticamente vanidoso.  Los narcisistas no pueden mantener las manos lejos del timón,  quieren que nadie pueda descubrir su inseguridad y su falta de autoestima y por eso tratan por todos los medios de llevar cada situación a su terreno.

Al contrario de lo que se piensa,  los narcisistas huyen de las redes sociales porque no tienen el control sobre ellas, suele decirse que las redes sociales son un campo abonado para el narcisismo, pero la afirmación no es del todo correcta,  el carácter visual y estético de estas plataformas puede intensificar su conducta pero no es un escenario cómodo para ellos porque es un mundo que no pueden controlar , su personalidad no tolera las críticas y al final salen de la red social porque no la aguanta.

Además son incapaces de asumir la cruda realidad cuando aquellas publicaciones que hacen no le interesan a nadie, en este caso prefieren el anonimato al riesgo del fracaso en las audiencias que ellos esperaban.

En octavo lugar es un adicto, el Narciso Coronel es un crónicamente adicto.  Una vía frecuente para compensar los sentimientos de dolor o frustración son las adicciones ya sea hacia las compras, el alcohol, otras drogas, el deporte,  el sexo o el juego, su erotopatía.

La adicción que interfiere en su vida personal laboral y social se relaciona con la necesidad de sentir euforia constantemente y amortiguar el malestar porque el Coronel narcisista no puede consentir que en su vida haya dolor,  siente intolerancia al apagamiento y a la tristeza. Por ejemplo, el dolor de que las autoridades superiores  le impidieron graduarse de General porque tiene múltiples expedientes por corrupción y criminalidad.

En noveno lugar es abusador, y muy burlón.  Si mirásemos los contactos de la agenda del  Coronel  narcisista veríamos que el criterio para clasificar a las personas, las distingue entre quienes les pueden servir de las que no le pueden servir. Este Coronel narcisista  suele aprovecharse de los demás,  lo hace por ejemplo con personas bien posicionadas para ganarse su confianza.  Esto suele pasar mucho en la política echa mano de asesores que le ayudan a ascender y se apropia de los aciertos de todos aquellos que le rodean y que le ayudan a alcanzar esas posiciones elevadas y es que los narcisistas dominan el sutil arte de llevar a su terreno tanto a las personas como a las situaciones impidiendo el libre fluir de los acontecimientos,  siempre están al acecho prestos a reconducir a quienes intenten decir o hacer algo que no les guste o que no les permita manifestar su grandiosidad y poder frente a los demás.

Personas como este Coronel narcisista  solo traen problemas todos los días, pues siempre se sitúan por encima de ti, constantemente quieren rebajarte e intentan que sirvas a sus propósitos. Y indefectiblemente sus propósitos son criminales, y donde el beneficiado es él y a la postre tus saldrás perjudicado, cuando él ya no esté o caiga preso. O como el caso de Sussana que se hace de múltiples enemigos para servir al psicópata narcisista, pues se encuentra dominada por las pasiones, no hay formación académica ni cristiana que la hagan razonar sanamente, sino que su mente y su corazón se encuentran secuestrados por ese enamoramiento adulterino que la mantiene servil a un psicópata.

En décimo lugar no reconoce su trastorno. El trastorno narcisista de la personalidad (TNP) es un trastorno de la personalidad en el cual las personas tienen un sentido desmesurado de su propia importancia. También tienen una necesidad profunda de admiración y atención por los demás El Coronel Narciso, no asume su narcisismo como una característica negativa de su personalidad. Si tras leer todas estas características psicológicas del Coronel narcisista piensas que lo mejor que puedes hacer es llamar la consulta de tu psicólogo puedes estar tranquilo,  un auténtico narcisista nunca se identificará con estos rasgos,  para la persona narcisista las aspiraciones nunca son desmedidas,  si ellas son el centro de atención  es porque lo merecen. El Coronel narcisista está convencido de que solo él se merece lo mejor y solo él es digno de todo el merecimiento.

Para esas personas, para los narcisista  es ridículo intentar identificarse con estos puntos, como hemos visto quienes sufren de narcisismo pueden llegar a ser muy destructivos con los demás,  en su afán de reafirmarse llegan a ser manipuladores, crueles o abusivos con los otros y engañan en relación a su conducta, construyen las máscaras para convencerse y convencer a los demás de que lo suyo no es un orgullo desmedido y  enfermizo.

Ahora presento las tres máscaras, las tres falsas caras que nos presenta el Coronel psicópata narcisista: en primer lugar la máscara del afán de mejora, el afán de mejora es la primera de las máscaras del narcisismo patológico y consiste básicamente en realizar avances,  evolucionar crecer no con el objetivo sincero de ser mejores sino con el propósito encubierto de despertar la admiración, la envidia o la sumisión de los demás. Una de las características del narcisismo patológico es que ostentan un tipo de autoestima al que se llama autoestima contingente,  esto quiere decir que el sentimiento de valía personal no nace de un genuino amor propio sino que depende de la valoración que hagan los demás acerca de ellos,  por lo tanto este tipo de personas se empeñan en ser mejores no como un fin sino como un medio , su objetivo final es el de imponerse a los otros lograr que los otros se sometan a sus designios o que se sientan inferiores,  algo que delata está máscara del narcisismo patológico en este Coronel  es que al ostentarla se vanagloria repetida y públicamente de sus avances,  también le reclama a los demás por no notarlos o no destacarlos suficientemente . Fidelidad y sumisión reclama el corrupto y Narciso Coronel.

Recuerdo una ocasión en que un psicópata narcisista se robó, se rateó 2000 kilos de pernil que era para los trabajadores de una empresa y se dañaron las cavas refrigeradoras y todo ese pernil no pudo ser aprovechado por nadie, fue un grave crimen contra los hombres y contra Dios, que por avaricia y latrocinio esa carne nunca llegó a sus destinatarios y nadie la pudo aprovechar porque el Narciso la escondió para sí y se pudrió. Era una época de navidad. Sí, tal vez parece un cuento de Navidad, de Charles Dickens. Pero el Coronel Narciso fue el ladrón.

En segundo lugar la máscara de que es un sacrificado por los demás, esta es una de las más engañosas máscaras del narcisismo patológico y tiene que ver con esa conducta en la que una persona pone sobre sus hombros responsabilidades que en realidad no le corresponden supuestamente para ayudar a otros a resolver sus problemas, incluso llegan a privarse de bienes y privilegios o a sufrir situaciones muy difíciles por los demás. Pero este nuestro personaje el Coronel Narciso no hace esto, él es muy pero muy egoísta y muy ladrón,  y si se puede robar lo que le pertenece a los demás, entonces se lo robará. Este narcisista no hace sacrificios por nadie al menos que sea algo muy notorio y le de  publicidad donde se exprese que gracias al Coronel se ha obtenido este logro. Y por supuesto, siempre el esposo a  quien le pegan los cachos le hace la publicidad gratuita al psicópata narcisista.

El problema es que realmente su intención no es la de hacer algo positivo, ni algo bueno por los demás. Lo que busca es generar autoridad y dependencia de los otros hacia él, donde el sacrificio le permite poner un velo de supuesta bondad, generosidad o entrega. Esto sólo sirve para encubrir un propósito mucho más egoísta, ensalzarse a sí mismo. Como el caso anterior, este tipo de máscara también se cae muy fácilmente. El auto sacrificado no tardará en sacar en cara lo que hace por los demás, intentará hacer sentir culpables a aquellos a quienes ayuda exigiendo para él un trato especial o una consideración mayor, reclama un lugar de superioridad frente a los otros. Es muy usual que haga verdaderos dramas de victimismo seguro que todos conocen a algún Coronel así, a algún político que justifica sus elevados ingresos sus comisiones sus primas en que él ha sacrificado su vida en función de los demás y que merece ese reconocimiento.

La tercera máscara es la falsa importancia. Las personas con un narcisismo patológico como el caso de este Coronel Narciso o narcisista , tienen fantasías de grandiosidad relacionadas consigo mismo, en principio realmente se sienten mejores que los demás, al menos de manera consciente constantemente se comparan con los otros y siempre salen ganando a sus propios ojos. Los narcisistas asumen que son más buenos,  más tolerantes, más capaces y más todo que los demás, aunque no sea cierto. Y en el caso del Coronel Narciso, cualquier cosilla de favor que haga por alguien, tiene su trasfondo perverso en el que él siempre saldrá beneficiado exponencialmente.

Gente como este Coronel Narciso o narcisista, que tiene su club siniestro de fans, todos ellos, no son gente que se hace mala o malvada, son gente mala , son gente que usa máscaras  y se viste de buena gente para engañar.

Uno de los rasgos más característicos de este tipo de personas es que sienten un derecho a la ira, en otras palabras creen que tienen una patente de corso para enojarse, su ira es sagrada, si explotan es porque los demás los condujeron a eso, si gritan es porque no pueden tolerar que sean injustos con alguien tan bueno como ellos mismos,  si ofenden lo hacen para evitar injusticias y lograr cualquier otro fin loable a veces convencen a los demás de todo esto. El caso más típico es el ejercicio como Jefe  que maltrata a sus colaboradores por un supuesto deseo de mejora y perfección en todo, que en su interior es la envidia por no superar los talentos de otros. Todo un grupo o equipo  es víctima u objeto de esas fantasías de grandiosidad. Las máscaras del narcisismo patológico son mecanismos para encubrir esas conductas antisociales que nos perjudican a todos. El  Coronel narcisista no quiere verse como es realmente ante los ojos de los demás, por eso emplea estos artilugios que le permiten encubrir los rasgos de su personalidad.  

Crisanto Gregorio León

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