Lo que conocemos como Universo es un espacio ingrávido lleno de energía neutra imperceptible a los sentidos. Esa energía es producida por las estrellas y ocupa todo el espacio; la ingravidez la genera la neutralidad de esa energía imperceptible a los sentidos. La ingravidez es lo opuesto a la teoría de gravidez propuesta por Newton y que explica que, “todos los cuerpos se atraen recíprocamente con una fuerza proporcional al volumen de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia.” La ingravidez, desprovista de fuerzas permite sin obstáculos la fluidez del movimiento orbital de los cuerpos en el espacio. En el espacio del universo no es admisible con la ingravidez que una fuerza tenga el control del movimiento orbital de los cuerpos. En el espacio ingrávido no hay necesidad de controles. El control del movimiento está regulado por las órbitas. Las órbitas son como pistas individualizadas por las cuales cada cuerpo consigue moverse sin obstáculos y sin peligro de encontronazos de los cuerpos en el espacio.
La ley de la gravedad fundamentada en la atracción produce el peso de los cuerpos, debido a la atracción gravitatoria que impera en sus relaciones gravitacionales. La ingravidez no necesita de la atracción porque el movimientos de los cuerpos están sujetos a órbitas individualizadas. La órbita sistematiza con mucha regularidad el movimiento. El diseño en el espacio de las imperceptibles órbitas y que los cuerpos individuales se mueven solamente por su órbita es verdaderamente una concepción maravillosa.
Siendo el espacio ingrávido todos los cuerpos que se mueven en él asumen la ingravidez. De modo que en el espacio los cuerpos carecen de peso porque también son y funcionan sustentados en la ingravidez. La ingravidez en el espacio anula, por decirlo de alguna manera, toda la concepción newtoniana de un espacio grávido. Los científicos deben apegarse a la investigación para evitar que cualquiera concepción personal se imponga como realidad. En el espacio ingrávido no hay necesidad de fuerzas, de que los cuerpos se atraigan, de que el volumen de sus masas tengan nada que ver en su relación con el volumen de otras masas. La ingravidez del universo es general tanto para el espacio donde se mueven los cuerpos como para todos y cada uno de los cuerpos que lo orbitan. Un elocuente ejemplo nos lo ofrecieron tanto los astronautas de Estados Unidos, como los cosmonautas rusos. Ambos países sacaron de las naves que los habían llevado al espacio a sus tripulantes para demostrar en sus caminatas espaciales la imponderabilidad de los cuerpos en un espacio ingrávido. El Universo es un espacio ingrávido lleno de energía neutra e imperceptible a los sentidos.
Carlos Mujica