El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega lidera el escrutinio en las cuestionadas elecciones celebradas el domingo, con un 74,99% de los votos válidos, según el primer resultado oficial provisional divulgado por el Consejo Supremo Electoral (CSE).
Ortega se encamina así hacia un cuarto mandato, tras una votación que fue desconocida ya antes de los primeros resultados por los gobiernos de Costa Rica y Estados Unidos, que la tachó de “pantomima”.
En una transmisión televisada, la presidenta del CSE, Brenda Rocha, dio a conocer el resultado parcial de la votación con el 49,25% de las juntas receptoras de votos escrutadas, que otorgaría al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) una amplia ventaja sobre sus seis contrincantes.
En segundo lugar del recuento parcial se ubicaba el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), con 14,40% de votos válidos, y en tercer lugar el Partido Camino Cristiano (PCC, evangélico), con 3,44%. Otras tres fuerzas minoritarias y consideradas afines al partido en el gobierno obtuvieron menos del 3,27% de los sufragios escrutados hasta el momento.
Tres horas antes de conocer los resultados, miles de simpatizantes sandinistas salieron a celebrar con banderas rojinegras y se reunieron en la denominada Plaza de las Victorias y sobre la Avenida Bolívar de Managua.
La oposición había llamado a la población a quedarse en casa y no votar en protesta contra el proceso electoral y la víspera denunció la captura de dirigentes.
Rocha aseguró que la participación ciudadana en las urnas fue del 65,34%, en contra de estimaciones independientes tras una jornada en la que las calles y los centros de votación lucían prácticamente vacíos.
Un reporte del observatorio ciudadano Urnas Abiertas estimó la abstención del 81,5% y una participación ciudadana promedio de apenas el 18,5% a nivel nacional. Olga Valle, miembro del grupo independiente, dijo que el proceso electoral estuvo “viciado de origen” debido, entre otros factores, a actos de coacción de activistas y funcionarios del gobierno contra los electores. Entre estos actos mencionó la presencia de paramilitares en torno a los centros de votación, y el control y amenazas de elementos partidarios contra trabajadores del Estado y estudiantes universitarios para presionarlos a votar por el Frente Sandinista.
Urnas Abiertas tomó los datos en base a muestras estadísticas y cartografía electoral, a partir de las visitas de 1.450 observadores a 563 centros de votación, quienes trabajaron de forma anónima debido al veto del gobierno a la observación independiente, explicó Ligia Gómez, miembro de la misma red ciudadana.
La policía detuvo en junio a siete aspirantes a la presidencia por cargos que básicamente equivalían a traición. El día de las elecciones seguían detenidos. Otras dos docenas de líderes opositores fueron detenidos antes de la votación. Los otros candidatos del domingo eran políticos poco conocidos de partidos menores considerados como afines al (FSLN).
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y sus aliados controlan el Congreso y las instituciones del gobierno. Ortega sirvió un primer mandato como presidente entre 1985 y 1990, antes de regresar al poder en 2007. Hace poco declaró “copresidenta” a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo. Ese cargo no existe en la Constitución.