Lorenzo Monasterios, coordinador de la Comisión Agroalimentaria en la región y presidente del partido Un Nuevo Tiempo en Lara, señaló de manera puntual que la escasez de combustible gasoil a agravado la situación de los productores agrícolas que se dedican a la siembra de café, cuya producción habría caído en más de un 70% en los últimos meses.
A través de una nota de prensa, Monasterios indicó que la falta de insumos como fertilizantes y químicos para el control de plagas necesarios durante el ciclo de siembras, se suma a la escasez de combustible «y esto no permite a los productores poder procesar de forma correcta el poco café que se logra cosechar en la región».
“La cosecha comenzó hace un mes, y cuando el café es recogido de la planta debe ser secado en lapso no mayor a 6 días o de lo contrario el café pierde su calidad ya que toma un color negro, se pudre y además que el sabor por supuesto lo pierde», sostuvo Monasterios.
Señaló además, que las maquinas secadoras en su mayoría funcionan es con combustible diésel y se requiere de una pipa de 220 litros de gasoil por cada 15 quintales a secar y debido a la escasez de este carburante, los productores no tienen más opción que recurrir al mercado negro donde una pipa de diésel tienen un valor de 150 dólares.
El vocero de la Comisión Agroalimentaria hizo énfasis que ante la difícil situación, esta actividad como muchas otras ha dejado de ser rentable para quien la trabaja, ya que el costo de personal para sacar las cosechas y el procesamiento es muy elevado y además, el transporte para sacarlo de las zonas productoras hace que muchos culminen las zafras en pérdida.
«Ante las fallas del suministro de gasoil muchos caficultores han recurrido a prácticas poco eficaces como es el secado del grano en fogones, aunque debido al humo el cual le cambia el sabor al café y por ende hace que se pierda la calidad de un producto que ha sido reconocido por su excelente procesamiento», enfatizó.
Para culminar, Monasterios señaló que la negligencia del régimen y su incapacidad acabó con la producción de café en el estado Lara y por consiguiente en Venezuela.
«Esa es otra razón para que los caficultores no apoyen al madurismo en las elecciones del 21 de noviembre, ellos son los culpables de la destrucción del campo ante el abandono y el desinterés al productor local y luego hacen sus grandes guisos comprando café en el exterior para abastecer el mercado nacional”, refirió.