#OPINIÓN Rastros y estrategias de los crímenes de un psicópata, narcisista #3Nov

-

- Publicidad -

Pueden ser amigos, vecinos, jefes en el trabajo, su cónyuge o un hermano menor. Todos serán carismáticos y encantadores al principio, pero luego, cuando sientan que han logrado conquistarte, se quitarán la máscara de la cordura y revelarán su lado real, criminal o loco que se esconde bajo el velo engañoso.

¡Se están robando la carne!, ¡Se pudrieron los perniles! El cocinero grita y es acallado en el autobús. Los monos voladores de la bruja o sea del jefe psicópata narcisista, cuales cómplices del delito, lo bajan de la guagua y lo intimidan, así silencian al hombre decente y ocultan de momento la maldad y la corrupción del enfermo que siempre usa a otros para él quedarse sin manchas, desde lejos, delinquiendo a control remoto, que nadie sepa que la mano maligna es del jefe psicópata, perverso depredador social. Él los llama, ellos se arrastran y obedecen, en la más deplorable entrega de la autoestima.

- Publicidad -

Es que el Jefe se roba las reses que donan, cada vaca que recibe la institución él la vende en una carnicería. Este depredador social, disfraza su saqueo al meter las manos en la cosa pública porque según él no está cometiendo delito de corrupción. Olvida este canalla que «obra contra la ley quien hace lo que ella prohíbe y en fraude de la ley quien respetando las palabras legales elude su verdadero sentido». Es un ladrón y corrupto que comete criminalidad en ocasión de la gerencia pública. En este caso que se describe, se ha enriquecido con el hambre de mucha gente.

Recordemos que este jefe narcisista, abusador, mentiroso, maltratador, manipulador y con una valoración grandiosa de su yo, también es un voyerista, que se excita espiando y mirando por las cámaras a sus víctimas, oculto, disimulado y encubierto y en una de tantas ocasiones podemos mencionar el caso, cuando para tener mejor visual en su voyeurismo, porque ese trastornado mental siente placer sexual de observar a escondidas, y en este caso a través de cámaras dispuestas al efecto; entonces al chofer que recién se sienta al lado de una de sus víctimas , el psicópata narcisista le ordena por teléfono quitarse ipso facto del lugar. Todo discreto, por teléfono… siempre usa los smartphones de él y de su asistente para registrar acomodaticiamente lo que le conviene y grabar sus coartadas, incluso como ardid cada vez que provoca reacciones a sus víctimas para sentir la sádica e insana satisfacción de sus respuestas inesperadas, ante el balde de agua fría que reciben sorpresivamente, de quien creían un hombre sano o un amigo.

¿Sabías que el mercado de pulgas tuvo su origen en Francia y que todas o casi todas las ciudades, provincias o municipios del mundo poseen un mercado de pulgas? Y existen famosos mercados de pulgas en distintas regiones del planeta, como el de París, Francia; Pasadena, California; Buenos Aires, Argentina; Londres, Inglaterra; Tel Aviv, Israel; Bagdad, Irak; Nairobi, Kenia; Tokio, Japón; Atenas, Grecia; entre muchos y que cada país posee en sus provincias mercados de pulgas con distintos nombres pero igual son mercados de pulgas.

En la ciudad donde opera este psicópata narcisista, también existe un mercado de pulgas, donde él a través de sus cómplices o monos voladores vende la comida que le pertenece a la institución, además vende las partes de los vehículos de la empresa , las computadores y/ o partes de las computadoras y que en su casa de habitación – que construyó con dineros provenientes de la corrupción por la venta ilegal del negocio interno que manipula en la institución-, tiene equipos electrónicos que son propiedad de la institución y si te invitan a la casa de sus esclavas sexuales dirás ¡eureka! , aquí están las fotocopiadoras y los escáneres y los teléfonos de las oficinas y pare usted de contar de cuanta herramienta tecnológica que pertenece a la institución está allí, desde hace mucho el ladrón psicópata narcisista se las apropia.

Cuando las épocas o las oportunidades se acercan, tu jefe psicópata narcisista y licántropo acostumbra desviar los camiones de comida destinados a la institución, para robarlos para sí y para el grupúsculo de sus cómplices delincuentes, los monos voladores y lacayos que por intereses creados le rinden pleitesía; de igual modo a cada bolsa de comida le roba el café y el aceite; también corta los perniles en cuatro partes para quedarse él con tres cuartas partes; en otrora navidad se robó unos 2000 kilos de pernil que se pudrieron cuando se dañaron las cavas y que por el latrocinio del enfermo nadie los pudo aprovechar. ¡Cuán aberrante pecado contra Dios y contra las leyes de los hombres, que nadie pudo alimentarse de esa carne que se robó el psicópata narcisista y licántropo!

No es inteligencia criminal, es práctica criminal. Y no es que el psicópata narcisista licántropo sea muy inteligente, no, nada más lejos de la verdad, lo que pasa es que durante su vida, desde pequeño ha practicado robar y a hacer trampa y cometer crímenes bajo perfil. En otro artículo explicaré por qué es licántropo, pero les adelanto que este sujeto se cree un perro, un animal rabioso.

De inteligencia estándar, con un IQ normal, ha practicado tanto sus criminalidades que sabe dónde, cómo, cuándo y a quién hacer víctimas y desfalcos. Ha aprendido el modo y la forma de pasar inadvertido, que sus inmoralidades, faltas a la ética, violaciones a las leyes y su aberrante erotopatía pasen de bajo perfil; pero no hay crímenes perfectos y aunque la práctica lo hizo un adiestrado corrupto y criminal, el crimen deja su rastro.

Por desgracia para la sociedad, este depredador ha practicado toda su vida desde infante, como timar a las personas, como mentir, como robar, como engañar, como herir la autoestima de los demás, como hacerse pasar por inofensivo con un halo de santo; ha practicado como hacer que lo admiren por su inflado ego, en esa necesidad retorcida de combustible por sus trastornos de la personalidad psicopática, narcisista.

Éste jefe psicópata narcisista, induce a sus víctimas a cometer delitos; les abona el camino y les posibilita los escenarios, en lo que parece algo ingenuo, inocente e incidental, trampeando todo para el descalabro ético y moral de a quienes él quiere perjudicar, para luego quedar como el hombre puro, casto y lleno de virtudes. Podemos mencionar un ejemplo, en una ocasión envió a uno de su monos voladores a sugerirle a quien él envidia; recordemos que el psicópata narcisista es envidioso; pues bien valiéndose de uno de sus serviles le dio la información “secreta” de que una jovencita era de maneras fáciles, depositando en la mente del desprevenido hombre la posibilidad de acosar o acechar a aquella niña y le siembra la idea del sexo ilegal y espera a que el morbo germine, pensando que todos son pedófilos como él. Pero el psicópata quedó burlado pues la víctima es un hombre íntegro un cristiano comprobado y además estaba estudiando al psicópata y no caería en su celada. Porque el hombre sabio ve el peligro y se aparta.

Es el caso que este depredador social, utiliza el gaslighting y otras técnicas oscuras de dominación y cual psicópata narcisista deposita ideas en los cerebros de sus víctimas con apariencia de inocentes ideas, siendo ideas criminales, situaciones inmoralmente posibles y consentidas por él, para luego atacar la autoestima de su víctimas, llenarlas de vergüenza y humillación, o para manipular a su antojo a quienes serán sus operadores. Siente un insano placer por la desgracia ajena, la que inflige a sus víctimas.

Hemos visto que el alineamiento irreflexivo al mandato del líder negativo, la adulación fantasiosa y la carencia de retroalimentación objetiva a sus consideraciones y decisiones, han conducido a muchas organizaciones a la mediocridad o a la perversión, como es el caso de la institución que éste gerencia.

El liderazgo tóxico o negativo está considerado como un factor de riesgo psicosocial, pues genera condiciones laborales que deterioran la salud mental de sus equipos y en el caso del psicópata narcisista convierte en criminales a muchos de sus empleados y a sus monos voladores, además de que corrompe a la empresa y deteriora su imagen haciéndonos desconfiar de las instituciones sociales.

Crisanto Gregorio León

[email protected]

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -