Uno de los planes largamente acariciados por el actual régimen es el de la implantación del llamado Estado Comunal rechazado en consulta popular por los venezolanos durante el mandato de Hugo Chávez Frías. Decisión mayoritaria expresada en comicios que aceptó a regañadientes para persistir en ese objetivo desconociendo la voluntad popular.
Su denominación en las primeras de cambio resulta muy atractivo por su vestimenta aparentemente democrática, pero que en la práctica es todo lo contrario. Es el caso que por su origen el mismo es profundamente antidemocrático. Pues sus integrantes no serán electos en elecciones amplias sino que serán designados por los directivos del PSUV. Es decir, que serán algo así como unas elecciones de segunda mano para llamarlo de alguna forma. Y esa es la más aberrante violación del principio democrático de las elecciones que los venezolanos logramos como uno de los beneficios de la democracia liberal.
Así pues el mayor poder de decisión e imposición en la práctica lo tienen las instancias del partido oficial y el gobierno. Y esos sencillamente no es democracia cuya esencia es el voto aunque se le pretenda descalificar en nombre de los postulados ideológicos de Marx, Lenin y Stalin tres personajes de pelaje totalitario. Eso es meter gato por liebre.
Estos vendrán a sustituir funciones tradicionalmente ejercidas el municipio y alcaldía. Que sospechamos se convertirán en caldo de cultivo del autoritarismo y caciquismo en los sectores populares. Máxime en un país como Venezuela poseído por el histórico caudillismo que arrastramos como una rémora que no terminamos de superar. En ese sentido el politólogo tachirense Carlos Casanova advierte sobre el riesgo de que estos pasen a parasitar al vivir de los vecinos. Planteado así el Estado Comunal es simplemente un eufemismo y una quimera.
Otra amenaza es la Policía Comunal que suplantara las funciones de los cuerpos policiales establecidos con su secuela de abusos de poder.
Lo que podría ser una práctica de democracia constituye todo lo contrario al negar la participación de la ciudadanía en su constitución. Es sin duda una forma de instaurar formas autoritarias y totalitarias de gobierno. Ello en lugar de ser un avance hacia una democracia superior que estimule y garantice la consulta a la ciudadanía por medio del voto. Con el Estado Comunal ocurrirá todo lo contrario. Se trata del más aberrante estalinismo en que lo que importa es quien cuenta los votos sin la posibilidad de elegir.
En ese sentido la democracia liberal es una conquista y avance político de la humanidad con las innegables ventajas de la división de poderes, elecciones libres y alternabilidad de poder. Un sistema político en permanente evolución hacia mejores estadios. Esto más una economía de mercado con abundantes bienes, servicio, riqueza y trabajo seguros.
Fueron esas ventajas las que le permitieron al chavismo hacerse con el poder en 1999 para luego demolerlas en sus pretensiones de monopolizar el poder.
Freddy Torrealba Z.