“¿Saben ustedes que, un email bien escrito, es 40 veces más potente que Facebook y Twitter juntos?»
Nazzareno Gomi
La noticia sensacional de la potencia de un email ( que tiene un valor mayor, si es usado para encontrar clientes) es el resultado de una reciente investigación de McKinsey & Company, prestigiosa empresa de consultoría mundial.
¿El motivo? Es amplio y directo. Empuja a la acción mucho más que los mensajes en las redes sociales, de los cuales ya estamos acostumbrados (¿quién considera aún las invitaciones por Facebook?). Si un email ayuda a lograr sus objetivos, con la misma velocidad uno malo desmejorara su fama y encenderá la luz de que no es grato y será rechazado.
En primer lugar, deben apuntar sobre el efecto sorpresa, esa es la clave. A la larga, enviar mensajes con el mismo remitente, asunto y gráficas, para un objetivo distinto, arriesga al poco tiempo de no capturar más la atención del destinatario. El remitente debe estar claramente especificado y el email firmado, con nombre y apellido. Es importante que el email aparezca enviado de una persona de carne y hueso, aunque al final, llegue desde un departamento de atención al cliente.
En segundo lugar, se debe escoger un buen asunto. El mismo es fundamental para asegurar altas tasas de apertura y por lo tanto de clic. No debe superar las cuatro palabras ni los 35 caracteres con los espacios incluidos. Es fundamental que anime a la lectura aludiendo a una utilidad para el que lo lee. Pero jamás exagerar el contenido del asunto que deberá ser siempre verdadero. Se deben evitar asuntos inexistentes o genéricos (nuevo producto, comunicado de prensa…) o rimbombante (pierda 10 kilos en 3 días).
En tercer lugar, se debe prestar mucha atención al inicio, por tanto, se pudiera repetir o parafrasear el asunto. Esto facilitará la memorización del concepto y no tiene contraindicaciones. El comienzo es crítico porque es el momento en el que el destinatario, pone la máxima atención a la comunicación que ha decidido abrir.
En cuarto lugar, se debe entender, que un email especialmente si es promocional, deberá siempre responder a las preguntas del destinatario: ¿ Quien eres? ¿ Qué quieres que yo haga? ¿ Por Qué debería hacerlo? Para lograrlo, deben vender un clic. Debes impulsar al usuario a cumplir una acción: inscribirse a una carta de noticias, profundizar el tema a través de un link. Un email debería acompañar al destinatario a la acción, con lógicos y consecutivos pasos, marcados cada vez de un micro «si».
En quinto lugar, los errores de ortografía y mecanografía, no les harán honor. Lean y relean antes de pulsar el botón de enviar y nunca escribir cuando estén enojados o bajo estrés.
En sexto lugar, salten los filtros anti-spam y piensen en el dispositivo. Según Google, el 60% no vuelve a una sitio donde ha tenido problemas de acceso y el 40% se va a la competencia.
Definitivamente, cada email tiene su propia historia. Los mejores mensajes son aquellos, que toman por la mano al destinatario y lo acompañan en un ruta. Por ejemplo, para dar una mala noticia, como una reducción de suministros, se debe comenzar listando las motivaciones, luego se da la mala noticia y definitivamente se escribe algo para cerrar positivamente el mensaje.
Italo Olivo
www.iolivo.com